Destacar en los esports es complicado, pero hacerlo en el mundo del SimRacing es el más difícil todavía. El asfalto y el vehículo pueden ser virtuales, pero las carreras son totalmente realistas y requieren una preparación exhaustiva. Hay que conocer cada curva de cada circuito y estar dispuesto a jugársela en todo momento para llegar al podio.
Incluso Marc Márquez y Valentino Rossi han quedado maravillados. Para el español: “Lo que hicieron allí fue increíble, afinaron las motos perfectamente (…). Parecía como si fuera una carrera real. Para los participantes también era una carrera real porque tenían esa presión.” Otros fueron más allá y directamente desestimaron el verbo jugar, como Petrucci que lo redujo simplemente a: “Ellos disputan carreras”.
Valentino Rossi también se animó a valorar positivamente estos acontecimientos: “Hay campeonatos reales y no esperábamos esto hace cinco o seis años. Son precisos y entrenan mucho tiempo. Obviamente, también es más seguro.”
Este tipo de disciplinas virtuales podrían tener repercusiones directas en el futuro de los deportes de motor. La mejora de las tecnologías y el acceso cada vez mayor del gran público a este tipo de simuladores quizás permita a jóvenes talentos del SimRacing establecerse como firmes candidatos a fichar por equipos que compitan en este tipo de espectáculos motorizados.
El mundo del SimRacing ya ha dejado momentos increíbles en el pasado. En no pocas ocasiones el premio te permite desplazarte del asfalto virtual al real y ha habido pilotos que se han visto superados. Que se lo digan a Di Grassi. El expiloto de Fórmula 1 fue superado por Enzo Bonito, piloto SimRacing, en una carrera real.