Darksiders Génesis llegará a PC y Stadia de la mano de THQ Nordic el próximo día cinco de diciembre. La saga de los jinetes del apocalipsis sorprendió el pasado E3 anunciando un spin-off que funcionaría como precuela, que se jugaría en vista isométrica y que guardaría distancias con las premisas jugables de los títulos principales.
Tras seis años en blanco, la saga Darksiders volvió en 2018 con una tercera entrega protagonizada por Furia. THQ Nordic resucitó las esperanzas de los fans que, tras el cierre de Vigil Games, no contaban ya con poder conocer a todos los jinetes. Aun así, ni toda la expectación fue capaz de salvar al título de unas críticas totalmente polarizadas.
Con todos sus problemas, Darksiders nos ha hecho ver el universo de su juego a través de los ojos de sus personajes. Cada título se amolda a la forma de resolver los conflictos del jinete que lo protagoniza, tratando de realizar cambios jugables, pero respetando la estructura de la saga. Esta entrega, Darksiders Genesis, no es una excepción.
Una aventura compartida
Lo que más llama la atención de Darksiders Genesis es la propia imagen promocional y a la postre portada del título. En ella vemos a dos personajes, algo a lo que no estamos acostumbrados. Al ya conocido Guerra se une para esta aventura Lucha, el cuarto jinete del apocalipsis. Un completo desconocido hasta el momento que resuelve los conflictos soltando plomo en todas las direcciones.
Este cambio tiene una parte positiva y negativa. Habitualmente los desafíos de Darksiders estaban calculados para ser solventados por uno de los jinetes, pero en esta ocasión, teniendo dos protagonistas y ofreciendo la posibilidad de jugar en modo de un solo jugador, resulta complicado que los desafíos estén a la altura. Es cierto que hay determinados puzles que solo uno u otro jinete o ambos combinados son capaces de superar, pero el universo termina por sentirse demasiado artificial y alejado del de otras entregas de la saga.
En buena medida, esto sucede debido a las reticencias que ha tenido THQ Nordic en crear una experiencia exclusivamente multijugador. Es cierto que no se trata de un título centrado en su narrativa como A Way Out, pero tras ver el camino recorrido por los chicos de Hazelight Studios, nadie tiene ganas de bajar el listón.
Darksiders Genesis agradecería un verdadero sistema multijugador que requiera siempre de la presencia de un segundo jugador, cooperación en los puzles y estrategias más trabajadas para acabar con los enemigos. THQ Nordic no se ha querido arriesgar y hay un buen motivo para ello: la supervivencia de la saga Darksiders ha pendido de un hilo durante años. Sin embargo, son estas decisiones las que separan un buen juego de algo brillante y no podemos más que lamentar que no se hayan atrevido a tomar estas decisiones difíciles.
Como hemos dicho, la decisión de contar con dos jinetes del apocalipsis también ha traído cosas positivas. La relación entre Guerra y Lucha es uno de los grandes alicientes de Darksiders Genesis. Guerra, un hombre de honor, tiene que soportar las constantes tomaduras de pelo y desahogos humorísticos de su hermano Lucha. La relación entre ambos, sin estar llevada a la perfección, va evolucionando de forma bastante orgánica. Es un placer verlos discutir y ver como con el paso de las misiones ambos personajes llegan a entenderse. Guerra toma prestados aspectos de la personalidad de Lucha e incluso llega a sonreír y Lucha se va poniendo algo más serio a medida que tienen lugar los acontecimientos que moldean la trama.
Un nuevo planteamiento
Donde más flojea el título es en el desarrollo de la aventura. La estructura de misiones acaba con la exploración que caracterizó a la saga hasta la tercera entrega. Ir de mazmorra en mazmorra superando desafíos, que sin ser excesivamente complicados son satisfactorios, está bien, pero se echa en falta conocer el mundo que nos rodea. El edén y el infierno han sido imaginados por la raza humana desde la noche de los tiempos y lo cierto es que da rabia que te pongan la correa y te impidan sumergirte en ellos.
Además, la estructura se repite durante todo el título. Gran parte del tiempo lo pasaremos en el vacío, donde podremos hablar con Vulgrim, Samael o Dis. Este espacio actúa como un nexo de operaciones desde el cual nos directamente a cada mazmorra. También sucede a la inversa y tras cada fase volvemos al vacío. Un recurso algo flojo para limitar la exploración y que crea un bucle repetitivo. Terminar una fase, ir al vacío y comprar para volver a comenzar otra fase.
Aunque por momentos la estructura que rige todo el juego puede funcionar, lo cierto es que hacia la mitad de nuestra aventura comenzaremos a esperar algo más. Un algo más que nunca llega y que de nuevo convierte a Darksiders Genesis en una oportunidad desaprovechada.
Lo más interesante del título es la historia que el juego nos quiere contar. En las precuelas es habitual encontrarse con argumentos forzados o con situaciones poco creíbles, sin embargo, en Darksiders Genesis todo encaja a la perfección con el resto de la saga. Dando respuestas a los sucesos del primer título, con el que se relaciona de forma directa.
Un nuevo planteamiento
En cuanto a la jugabilidad, es difícil no pensar que el juego está perfectamente orquestado para que utilicemos a Lucha, al menos en el modo de un solo jugador. El sistema de combate de Darksiders nunca ha sido perfecto, pero funcionaba muy bien en su universo. El simple pique por no recibir golpes que cortaran el combo era suficiente para que quisiéramos machacar los botones con cierto sentido. Sin embargo, en Genesis, los combos ya no están y recibir golpes será algo rutinario.
La saga cambió con el modo de combate más parecido a los “soulsborne” que han caracterizado a los juegos de actual generación, sin embargo, ese sistema no termina de ser coherente con la premisa del título. Los jinetes del apocalipsis tienen pinta de repartir estopa de la buena, una sensación que se rompe con la torpeza de las esquivas y lo inútil de los bloqueos.
Sekiro: Shadows Die Twice no fue lo esperado. Miyazaki cambió las mecánicas principales de sus obras anteriores. La excelencia de este título fue jugar con todos los conocimientos aprendidos en anteriores Dark Souls para acribillarlos a voluntad y crear una nueva experiencia.
Sin embargo, para THQ Nordic, las mecánicas de la saga original se han convertido en una prisión, pues no han querido o no han podido asumir el reto de reconvertirlas. La posición de la cámara es uno de los elementos más trascendentes del lenguaje del videojuego y su simple cambio hacía imperativo realizar una traducción de los componentes jugables de Darksiders.
Además, la vista isométrica nos jugará malas pasadas. Siempre tendremos la sensación de estar perdiéndonos algo o de no poder explotar al máximo las opciones que ofrece el escenario. En más de una ocasión salté sin rumbo en busca de un gancho o una nueva ruta inexistente y en tantas otras estuve más de diez minutos bloqueado por no ser capaz de ver el camino correcto debido a las limitaciones visuales.
Sin embargo, de una manera u otra, la simpleza en la jugabilidad y la generosidad en la regeneración de vida hacen que todo termine por funcionar dentro de su contexto y que tengamos ganas de seguir atizando a los súbditos del infierno. El juego va de menos a más y con un par de mejoras, Darksiders Genesis podría haber llegado a ser un título a la altura de sus hermanos mayores.
Además, en la versión a la que hemos tenido acceso había numerosos bugs que esperemos queden resueltos con un parche de lanzamiento.
Personalización
El modo Arena regresa a la saga y nos permite superar oleadas de enemigos, alargando la vida útil de un título que, en caso de convenceros, cuentan con bastante rejugabilidad. En las primeras mazmorras necesitaremos objetos que conseguiremos hacia el final de la aventura poder conseguir cofres ocultos que contenga ítems que nos permitan mejorar nuestro poder.
Para ello contamos con una amplia selección de núcleos y orbes que forman un árbol de mejoras que da continuidad a los toques más roleros de la saga. En Darksiders Genesis podemos mejorar a nuestros jinetes, sin embargo, la toma de decisiones se ve reducida por un sistema en el que iremos poniendo todo lo que nos encontremos. Al menos, se nos dan buenos motivos para farmear repitiendo misiones o etapas de la arena. Mejorar a Lucha y Guerra es bastante agradable y tiene un efecto fácilmente reconocible en el gameplay, pero los elementos RPG no brillan hasta muy avanzada la aventura, momento en el que podremos empezar a tomar decisiones sobre su personalización.
En cuanto a las tiendas, perdieron bastante relevancia en la saga en la segunda entrega debido a la posibilidad de encontrar nuevas armas. Sin ser anecdóticas, si se echa en falta algo más de variedad en cuanto a combos y posibilidades. Vulgrim es apenas relevante y tendremos que acudir en todo momento a Dis para conseguir mejorar en combate.
Potencial desperdiciado
Otro de los elementos destacados de Darksiders Genesis es su cuidada banda sonora. Llega a brillar y aumentar sustancialmente la calidad del juego, especialmente en algunos enfrentamientos contra jefes finales. Contribuir a la atmósfera sin caer en tópicos musicales sobre el cielo y el infierno era una tarea más complicada de lo que podría parecer, pero se consigue a la perfección.
En cuanto a los propios jefes finales, si se nos exigirá cuidar nuestra estrategia y el uso de habilidades para poder superarlos, siendo los últimos especialmente complicados mientras no entendemos sus patrones de ataque.
En general, lo malo de Darksiders Genesis no es el juego en sí, sino la cantidad de oportunidades que se han dejado pasar en su desarrollo. Apenas se han incluido novedades y las que hay no mejoran lo que ofertan otros juegos del mercado. Satisfactorio para los amantes de la saga, pero como dicen en Una historia del Bronx: “no hay nada más triste en la vida que el talento malgastado”.
El próximo 5 de diciembre aterrizará en PC y Stadia, mientras que el próximo día de los enamorados llegará también la precuela/spin-off de la serie Darksiders, con el 4º Jinete del Apocalipsis, Lucha, que estará acompañado por un viejo conocido en esta épica historia sacada del universo Darksiders.
