El 24 de mayo de 2016 Overwatch aterrizaba por fin en PS4, Xbox One y PC, lo que suponía el retorno de Blizzard al camino de las nuevas IPs. Desde entonces, la compañía ha seguido trabajando en el juego con nuevos mapas, modos de juego, personajes, skins, eventos temporales... Su objetivo siempre ha sido, y es, que Overwatch se convierta en una franquicia y un juego vivo, y parece que lo han conseguido a tenor de los resultados tanto por su comunidad de jugadores, como por la salud de la Overwatch League.
Por eso, nos sorprendió a medias cuando Blizzard anunció la llegada del juego a Nintendo Switch. Por un lado choca que tres años y medio después se lance el título en un nuevo sistema. Por otro el juego sigue pidiendo a gritos seguir siendo jugado, y la audiencia de la híbrida de Nintendo estaba deseando poder probarlo.
Overwatch Legendary Edition para Nintendo Switch llega con todas las actualizaciones y novedades del resto de versiones, llegando a la nada desdeñable cifra de 31 héroes disponibles. Además en Overwatch no hay micropagos de ningún tipo, por lo que la única desventaja es que tu personaje mole un poco menos, al desbloquear solo objetos cosméticos con tu progreso (skins, poses de victoria y de jugada destacada, dibujos para las paredes...). Todo lo demás depende de tu habilidad, de cómo aproveches las posibilidades únicas de cada uno de los personajes incluidos en el juego (la esencia de los Hero Shooter) y de la estabilidad que tengas en tu partida, porque no podemos olvidar que Overwatch es, fue, y será un juego que requiere de conexión online continua... Razón por la cual con cada copia del juego viene incluido un código de suscripción de 3 meses a Nintendo Switch Online.
Quizás no se trate del tipo de juego más adecuado para las características de una consola como Nintendo Switch, ya que fuera de una zona de cobertura inalámbrica no podremos ni iniciar sesión, lo que vendrá a ser habitual casi siempre que usemos el modo portátil de la consola. Obstáculos extrínsecos aparte, la adaptación a Nintendo Switch de Overwatch es sorprendentemente fiel a sus orígenes, tanto en términos técnicos, como en cuanto entramos en materia jugable. Evidentemente, hay diferencias. En Nintendo Switch se ha reducido notablemente la calidad de las texturas y los efectos gráficos, además de funcionar a tan solo 30 imágenes por segundo. Sin embargo, con el juego en movimiento no se nota tanto, sobre todo jugando en modo portátil, por aquello de que la pantalla es más pequeña.
Sin embargo, esta reducción en la fidelidad visual tiene una contrapartida beneficiosa para el jugador: Overwatch Legendary Edition funciona a las mil maravillas en Nintendo Switch. No hay petardeos, fallos visuales o bugs incómodos. Tampoco falla la estabilidad de las partidas y el lag es mínimo, aún cuando jugamos en modo wireless. Sí que es cierto que la búsqueda de partidas se hace algo larga en ocasiones, pero también lo es que aún la base de usuarios activos es menor que en otras plataformas. Más allá de esto, no hemos encontrado problemas en la ejecución práctica del juego de Blizzard, y eso es una muy buena noticia.
Además esta versión añade un nuevo método de control que para ciertos personajes nos ha gustado mucho... Aunque para otros nos ha parecido un completo desastre. Nos referimos a los controles de la vista moviendo la consola. Para personajes que actúan a media y larga distancia este método de control nos permite ajustar la vista los milímetros necesarios para acertar en la cabeza. Sin embargo, cuando las cosas se ponen tensas en el cuerpo a cuerpo, resultar bastante menos ágil de los que nos gustaría con personajes como McCree, en los que la rapidez es fundamental para salir con vida de otro duelo más.
Por suerte se puede desactivar este método de control extra... Aunque viene con la contrapartida de que los Joy-Con de Nintendo Switch no acaban de ser tan precisos como nos gustaría. Eso sí, jugando con el mando Pro no hay ningún tipo de problemas a este respecto, y al experiencia se disfruta al máximo, sin trabas. Y a estos cambios, el del control por movimiento, y las modificaciones visuales hay que sumarle otra diferencia más hay respecto al resto de versiones de Overwatch. Hay que tener en cuenta que seguimos estando ante un juego profundo, que se disfruta más jugando con amigos que solos... Y Nintendo Switch no es la consola más preparada para comunicarnos con nuestros amigos en términos de voz. Sigue habiendo la posibilidad de indicar nuestras intenciones con señas ingame, pero hablar con los compañeros es un poco más complicado que en otras versiones. Una pequeña barrera más, aunque no tan relevante como para arruinar nuestra opinión de este port.
Sin embargo, esto no evita que dejemos de valorar los muchos méritos del juego de Blizzard, un título tan profundo como variado, y que sigue tan vivo como el primer día, con retos, eventos temporales, modos de juego únicos... Y un carisma abrumador que rebosa la pantalla y permeará a tu propia vida. Overwatch Legendary Edition sigue siendo muy divertido y accesible, y en eso no se le puede poner ninguna pega al conjunto.
Además, hay que añadir el hecho de que se trata de una conversión mimada, y lo vemos en detalles como que la descarga principal solo esté en inglés, pero nos permitan posteriormente descargar las voces en castellano (o cualquier otro idioma), para aligerar el peso del juego y que podamos jugar antes y mejor. Blizzard adora Overwatch, y quiere encontrar una nueva comunidad para un juego que lleva ya cierto tiempo en el mercado. Bien es cierto que puede que Switch no ofrezca el mejor entorno para lucir esta franquicia (por las limitaciones de voz, técnicas y de conexión), pero eso no evita que sigamos estando ante un grandísimo juego.