Los beat´em up de estilo callejero son títulos que últimamente no han tenido grandes exponentes, al menos en el panorama recente. Lo que antaño resultaba ser un estilo de juego bastante conocido, muy arcade, evolucionó en muchos sentidos hasta las consolas consolidándose como un género en el que la aventura e incluso el desarrollo tienen mucho que ver. Poco a poco, el género se ha adaptado a los tiempos, y una gran muestra de ello es Devil’s Hunt. Preparaos para una diabólica experiencia llena de acción y de aventuras, pero cuyo hilo conductor son infinitos enfrentamientos con toda suerte de criaturas problemáticas. Bienvenidos a un lúgubre mundo que, si bien no llega a ser de terror, nos pone en contacto con lo más underground de una estética anime, pero con todos los elementos para tratarse de un título totalmente occidental en su diseño.
Analicemos primero qué es Devil´s Hunt. Básicamente, estamos ante un juego de acción y combates totalmente lineal y en tercera persona, un juego que, además, tiene un enfoque muy argumental (no en vano en 6 horas podemos habérnoslo ventilado sin problema). La base del juego es extremadamente simple; tan simple como eficaz. Vamos a enfrentarnos a enemigos, recibir experiencia, mejorar nuestras habilidades y de esa manera ser mucho más capaces de salir airosos de todas las circunstancias. Pero realmente, ¿qué importancia tiene la progresión en un juego así?
Ecos vampíricos
No podemos evitar en ciertos momentos recordar el modo de juego de Vampyr, el juego de acción y rol que hace un puñado de meses nos hizo sufrir como bestias por su sistema de juego. Esto vendría a ser una versión liviana del mismo estilo, incluso con protagonistas que nos recuerdan a los mismos. Pero el primer cambio se encuentra en el estilo. Todos los protagonistas tienen un estilo manga-anime muy acusado. Y esto nos podría dar a entender que vamos a jugar a un producto orientalizado… pues os vais a sorprender. Es más en aspecto que en la práctica, os lo podemos asegurar. El título está occidentalizado hasta el extremo, incluyendo el modo de representar la lugubrez o las relaciones de los protagonistas. Nuestro rol consiste en desentrañar lo que ocurre en nuestro entorno, para ello, vamos a empezar a movernos por suburbios (que se irán oscureciendo y volviéndose más rebuscados con el paso de los minutos).
Esta vez, sin embargo, nuestros enemigos son demonios. A cada cual más peligroso. Una vez más lo diremos: este juego no es largo, pero sí que es cierto que si no le tenemos cogido el truco al sistema de combate, vamos a sufrir como bestias. Sobre todo por diversos momentos en los que entra en juego el sistema de quick time event. Y esto puede ser bueno o malo… nos explicamos: hemos analizado la versión de steam y un servidor debe compartir con vosotros que ha acabado conectando el mando oficial de Xbox, dado que resultaba un auténtico dolor de estómago tratar de dar en la tecla - nunca mejor dicho - cuando en cada combate vamos a ejecutar un movimiento especial.
Evolución
Sí, hay una progresión en el personaje, y esto ocurre mientras desbloqueamos nuestras habilidades como ejecutor, o de vacío (son árboles de habilidades). Por la habilidad que recibimos, vamos desbloqueando golpes especiales, trampas para los enemigos y mejoras en general que, creednos, van a ser de tremenda ayuda. Lo que sí que debemos reconocer es que, aún contando con todo, salvo en momentos puntuales, hemos tirado de movimientos clásicos (si, los guantazos) en cantidad de ocasiones.
Devil´s Hunt tiene mucho de beat’em up callejero pero con influencias de títulos como el primer Darksiders. Y luego viene lo más divertido: el momento en el que nos cargamos por completo y podemos mutar en un demonio; a ese ya no le soplan. Ese es de ir y reventar al que se nos ponga por delante.
Qué bien luce
Si hay algo en lo que tenemos que parar, es en el aspecto gráfico. Devil´s Hunt no juega en la liga de los mayores, por decirlo de alguna manera, pero está trabajado de tal forma que lo cierto es que disfrutamos por el mero hecho de ver su entorno infernal. Todo se va tornando más rebuscado y oscuro, y los personajes merecen un texto aparte. Cargados de personalidad y con ese toque japonés, viviremos situaciones memorables en entornos infernales. Especial cuidado en los rostros de los enemigos, pues aunque se repitan, ver cómo nuestro protagonista los revienta en plena ejecución denota un gusto por el detalle que resulta ser de lo más interesante. Igualmente, no podemos dejar pasar que en muchos sentidos, el juego peca de parecer de la generación anterior. No es necesariamente algo negativo (y no lo tratamos como tal), pero sí conviene tener en cuenta que, tecnológicamente, no estamos ante un pilar de los años en que estamos.