Mi infancia tuvo esos momentos tan mágicos con mi hermano y mis amigos del colegio de ver a la hora de comer la WWE, un formato de lucha que obviamente era totalmente falso y que era puro espectáculo. Pero con 8 o 10 años te daba igual que fuese así, tu solo querías ver a tus ídolos ganar y reventar al enemigo del momento como eran Randy Orton, el Gran Khali o Chris Jericho.
Es por ello que me hace especial ilusión analizar el WWE 2K22, la última entrega de la franquicia que ha provocado una enorme ola de hype a raíz de la cancelación de la versión de 2021 por el enorme rechazo que causó la versión del 2020. 2K necesitaba meter cambios, pero manteniendo la esencia del juego, y si os digo la verdad creo que ha funcionado de la mejor manera.
Una evolución fresca y con estilo
Nada más iniciar el juego no os voy a mentir, me motivé un poco al escuchar Booker T de Bad Bunny con el volumen al máximo y con una presentación por todo lo alto de todo lo que venía dentro del juego. Una vez configuradas todas las cosas comencé mi aventura por el ring, escogiendo como no a Shane McMahon sólo por su intro y para una primera toma de contacto con la saga después de varios años.
Pensaba que iba a ser más complicado y mucho más tosco debido a los movimientos tan bruscos de algunos, pero me encontré con una jugabilidad enormemente divertida con un claro amor por esta disciplina. Muchos golpes de los que pude ver los reconocía gracias a los buenos recuerdos que guardé en mi infancia: El 619 de Rey Mysterio, el pedigree del Enterrador (Lo siento por todos los que dicen Undertaker) o el mítico RKO de Randy Orton. Todos ellos me transportaban a tiempos mejores donde no había otra preocupación que Batista se aliase con Mysterio para la próxima edición de Smackdown vs Raw.
Un modo carrera que brilla por su chulería
Si bien el modo de mánager funciona bastante bien y el modo de MyFaction sigue siendo la principal fuente de ingresos de la franquicia para gastar nuestro dinero en cartas, quiero destacar por encima de todo el modo carrera. Puedes empezarlo ya sea con un personaje que ya existe o con uno propio. Obviamente, lo más divertido es empezar tu historia poco a poco con un personaje creado desde cero. De la customización hablaremos más adelante porque lo merece, así que hablaremos de las sensaciones que me ha dejado este modo como tal.
Al igual que otros títulos de deportes como FIFA o UFC, empezamos desde lo más bajo con un amigo y un "enemigo" que será nuestro principal rival a batir a lo largo de toda la historia. Y es que lo mejor de todo es la manera que nos deja el propio juego de "chulear" a los demás rivales, llegando incluso a ser una característica totalmente válida dentro del juego y que nos da una puesta en escena increíblemente sobrecogedora.
A raíz de diferentes peleas que vayamos ganando (o perdiendo si nos pasamos de listos y nos pintan la cara), nuestro caché y seguidores seguirá subiendo hasta llegar a lo más alto. Si bien puede llegar a cansar todo esto, hay una vieja confiable que funciona demasiado en este tipo de juegos: El multijugador con o contra colegas.
El multijugador con colegas son risas aseguradas
Tuve la oportunidad de jugar con amigos gracias al maravilloso modo de compartir el juego a través de Steam con el Remote Play, y os puedo asegurar que se trata de uno de los momentos que más me he divertido en todo lo que llevamos de 2022. Jugar un Royal Rumble con colegas en medio del caos es increíble, aunque es cierto que muchas veces resulta poco intuitivo y los controles no hacen mucho caso para interactuar con algunas "armas" del escenario. Tirón de orejas para 2K en este aspecto.
Poder cooperar con un amigo tuyo para poder tirar del ring a un enemigo en común es demencialmente divertido y las ganas que te entran de jugar otra partida son indescriptibles. Pero si hay algo que es un enorme plus y que hace del juego maravilloso, esa es la customización.
Una customización enorme y que alarga la vida del juego a niveles estratosféricos
El último punto que quiero abordar del juego es la increíble customización del juego a la hora de crear modos, lugares y sobre todo luchadores. Gracias al sobresaliente editor que ofrece el propio juego, podremos crear verdaderas abominaciones en forma de luchadores o famosos que alguna vez aparecieron en la franquicia de lucha libre como puede ser Bad Bunny o incluso Donald Trump. También podremos personalizar los premios de cada pelea, como el maletín de Money In The Bank o las rejas de Hell in a Cell.
Espero que los siguientes juegos de WWE tomen este rumbo y que sobre todo nos golpee con la misma nostalgia que nos ha dejado esta última entrega en la que el Rey Mysterio es el verdadero protagonista. Larga vida a la lucha libre.
El medio VGC adelanta un acuerdo entre 2K con LEGO para hacer juegos deportivos basados en los populares juguetes: hay uno de fútbol y otro de velocidad en mundo abierto en camino.
