Los shooters espaciales o juegos shoot'em up han estado acompañando a los videojuegos desde sus albores. De hecho, hay quien todavía se refiere, especialmente los más mayores, a los "marcianitos", porque eran generalmente aventuras en las que teníamos que acabar con todo tipo de enemigos pilotando naves espaciales. Space Invaders, R-Type o Galaga son algunos ejemplos conocidos por prácticamente todos. Pero, al igual que pasó con los beat'em up, el género ha ido en desuso con la evolución del sector.
Aunque no es menos cierto que, pese a que el número de juegos de este calibre ha disminuido, sí que nos hemos encontrado joyas del género como Sine Mora o Nex Machina entre otros. Y otros en tres dimensiones como Star Citizen, Everspace 2 o el más reciente Star Wars Squadrons. Ahora, para combinar un poco ambos estilos llega Chorus, una original y divertida propuesta desarrollada por el estudio alemán Fishlabs que nos ha dejado un muy buen sabor de boca.
Lo que más me ha gustado de Chorus es que sabe a lo que va sin demasiadas complicaciones, pero al mismo tiempo es capaz de plasmar su sello personal en el desarrollo de su historia. No hace nada especialmente bien, pero cumple en todo, y eso da como resultado un título satisfactorio. Así, conseguirá gustar a quienes sean menos duchos en este género y tampoco defraudará especialmente a los puristas de las batallas especiales.
Un arcade de los de antaño, pero con más libertad
Vamos a ser claros para empezar. Chorus es un juego arcade puro y duro. Por eso, todo lo mencionado en el párrafo anterior. Su control sencillo busca acercar a este género de nicho a todo tipo de jugadores que quieran algo diferente; y acabar con naves enemigas pilotando por el espacio siempre tiene su encanto.
Esto es agradecido especialmente en los controles, que si bien suelen ser complicados en este tipo de propuestas -incluso en otros de corte arcade como SW Squadrons- aquí resulta muy intuitivo y a los pocos minutos dominaréis su uso como si llevarais toda la vida haciéndolo. Es uno de los aspectos con los que Chorus -su nombre oficial realmente es Chorvs- consigue enganchar.
Si bien, su desarrollo también tiene su propio sello de distinción, con lo que me atrevo a denominar como un "juego de galaxia abierta". Tenemos cierta libertad a la hora de movernos por la galaxia para hacer distintas tareas, con tareas secundarias y ciertas recompensas, ideal para los usuarios más completistas, por si queremos darnos un descanso de la misión principal.
Simple, pero efectivo: eso le basta para su acción
Las batallas en sí no son nada particularmente sorprendentes, la verdad. Pero sí tienen sus sellos de distinción, como la posibilidad de usar una habilidad llamada "rito de caza" con la que podemos realizar opciones como teletransportarnos detrás de un enemigo para destrozarlo. El uso de la velocidad de nuestra nave, ya sea para atacar a los enemigos o para evitar sus embestidas también es clave en secuencias de combate simples, pero efectistas y espectaculares a nivel visual.
Por otro lado, si sois veteranos en este tipo de propuestas y lo que buscáis es un reto, al comienzo de la aventura podemos seleccionar la opción de intentar completar la partida activando la "permamuerte", lo que significa que, si morís en cualquier punto, os tocaría volver a empezar desde el principio. Un reto bonito del que seguro que vemos speedruns o contenidos similares muy pronto.
Chorvs también intenta meter algo de componente RPG para aportarnos una sensación de progreso que parece más un efecto placebo que algo que se sienta real en la batalla. A medida que obtengamos recursos, podemos visitar el hangar para mejorar nuestra nave y añadir habilidades o características funcionales. No hay mucha profundidad en los aspectos de personalización, y lo cierto es que hay a quienes les hubiera gustado que se pudieran cambiar más cosas y añadir elementos a la nave.
Una protagonista carismática
Pero, sorprendentemente, lo que más me ha gustado de Chorvs no son sus combates espectaculares ni su exploración galáctica: ha sido su protagonista. En el juego tomamos el control de Nara, una ex-cultista de una organización conocida como "el círculo" que se reclama contra una dictadura del llamado Gran Profeta. Es una 'elegida' gracias a su habilidad y a la relación que tiene con la nave Forsaken, ambas forman una sola.
Desde el principio, incluso sin saber muy bien por qué, conseguimos empatizar rápidamente con Nara. Ella recibe indicaciones de sus superiores constantemente y las acepta sin rechistar, pero cuando corta las comunicaciones comienza a susurrar verdades como puños sobre el cometido de la misión o preguntas circunstanciales acerca de si está haciendo o no lo correcto.
Es un toque especial que, al principio puede resultar anecdótico pero, con el paso de las horas, comienza a tener su sentido. Además, Nara tiene poderes sobrenaturales que se van explicando a medida que avanzamos, haciendo que resulte inevitable preguntarnos si estamos haciendo lo correcto; o si hacer siempre lo que nos dicen es ético y moral. Y que en un juego de este tipo, llegues por las naves y explosiones y te quedes por los demonios internos de su protagonista, es todo un acierto por parte de Fishlabs.
Ficha técnica
- Título: Chorus
- Desarrolla: Fishlabs
- Distribuye: Koch Media
- Idioma: Voces en Inglés y Textos en español
- Fecha de lanzamiento: 3 de diciembre de 2021
- Plataformas: PC, PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series X|S
- Precio: 39,99 euros