Harvest Moon, Una de las sagas más longevas de los videojuegos vuelve con Un mundo único a Nintendo Switch, su hábitat natural. El juego supone la enésima entrega de una serie que lleva con nosotros desde su llegada a Super Nintendo en 1996, hace ya la friolera de 25 años. Hemos visto evolucionar a aquel sencillo juego a través de sus más de 30 entregas, que se dice pronto, para varias plataformas y formatos, por eso la serie estaba sufriendo un atasco que había que deshacer con ideas nuevas y añadidos atractivos. Harvest Moon: Un mundo único es el juego que va a intentar dar ese paso al frente para salvar el honor de una serie legendaria. Si lo consigue o no, lo vamos a averiguar en un momento.
El juego llega en un momento en el que va a tener que pelear con otro grande del género, Story of Seasons, que sale a finales de este mismo mes de marzo, y que es el verdadero sucesor de aquellos primeros Harvest Moon que se hicieron un nombre en la historia de los videojuegos. Una separación de los programadores y el resto de la empresa y algunos líos de licencias después resultaron en un cambio de nomenclatura, que no de estilo, que hizo de Story of Seasons el auténtico heredero de aquellos juegos. Harvest Moon sin embargo siguió su camino aprovechando el nombre, aunque la saga entró en una crisis de identidad que aún hoy sigue sin estar totalmente resuelta. Por eso el recelo inicial con esta entrega está justificado, más con el “auténtico” sucesor a la vuelta de la esquina, aunque ya podemos adelantar que Harvest Moon: Un mundo único cambia muchas cosas con la intención de decirnos, “eh, soy yo, he venido para quedarme”.
La historia es la misma que hemos visto tantas y tantas veces, y no sólo en estas dos sagas si no que juegos que se han sumado a la gestión de granjas como el maravilloso Stardew Valley se han subido al mismo carro. Nuestro protagonista, harto de la vida en la ciudad recibe como herencia de su abuelo una granja destartalada en un pequeño pueblo que ha visto años mejores. De sus acciones depende que la granja, y de paso el resto del pueblo, rememore años mejores. En esta ocasión se rompe un poco esa tradición, y Harvest Moon: Un mundo único saca a nuestro personaje de la clásica ciudad para poner todo un mundo a nuestra disposición. Además, es un mundo bastante particular en el que todo el mundo ha olvidado las bases de su supervivencia, y nos va a tocar a nosotros devolver la memoria y la dignidad a su población con nuestros viajes y nuestras habilidades. Estamos ante un nuevo punto de partida y la verdad, aunque se pueda echar de menos la vieja y clásica historia de la herencia, esta es sólo una de las muchas novedades que veremos por primera vez en la serie. Ahondaremos un poco después en otras de ellas, algunas muy importantes, y veremos qué impacto tienen en el general del juego.
En el aspecto visual y sonoro, aunque nada es igual, todo parece lo mismo
Harvest Moon: Un mundo único hace uso de la vista isométrica que lleva siendo referencia en la saga, y que sólo abandonó durante el fantástico Harvest Moon 64. La potencia de nuevas consolas no ha redundado en un cambio de estilo, y ni siquiera en la versiones de PS4 se ha optado por dar el salto a unas 3D más reales. En esta ocasión tampoco se ha hecho, y aunque puede que en general el aspecto nos resulte algo de generaciones pasadas le sigue sentando bien a un juego que cada vez que lo jugamos nos hace sentir como si no hubieran pasado los años en ese sentido.
La vida en la granja..
Hemos dicho que en esta ocasión no nos limitamos a vivir en una ciudad, si no que se nos presenta un mundo que tenemos que explorar. Este hecho rompe la mecánica habitual de la saga. De todas las sagas del estilo, de hecho, puesto que lo que habíamos hecho siempre era vivir en una casa fija que íbamos mejorando hasta convertir en lo que habíamos soñado. Por lo tanto, Natsume se ve en la obligación de dejarnos explorar el mundo que ha creado, pero sin que perdamos el clásico vínculo con nuestra granja, que es lo que nos ha motivado siempre a cuidar cultivos y animales en aras de conseguir más dinero con el que mejorar nuestro entorno. La manera de conseguirlo ha sido introduciendo a un nuevo personaje, un inventor llamado Doc, que por su nombre y su aspecto bien podría haber regresado del futuro.
Sus inventos van a marcar un aspecto muy importante de la jugabilidad. Uno de ellos nos va a permitir empaquetar nuestra granja entera, incluyendo establos y gallineros, resolviendo así el problema de la movilidad. Repartidos por el mundo hay una serie de puntos donde podemos desplegar nuestra vivienda cuantas veces queramos, con la única condición de alimentar al aparato que nos lo permite. Es decir, antes de mover nuestra granja, debemos usarla unos días para poder pagar con nuestros cultivos la próxima mudanza. Pero esto es algo prácticamente testimonial, para obligarnos a hacer algo antes de decidirnos a recoger nuestras cosas, porque ni en los niveles más avanzados supone obstáculo alguno.
Otra importante novedad es que ya no hay una tienda de semillas donde empezar nuestro negocio de cultivos. Esta ha sido sustituida por pequeñas hadas o duendes que nos proveen de nuestras necesitadas semillas. Estos personajes aparecen en puntos fijos y siempre nos ofrecen la misma semilla. Es decir, si queremos cultivar por ejemplo maiz, tendremos que encontrar el hada que nos da esa semilla y hacer unas cuantas visitas. En este sentido es el menos Harvest Moon de todos, incluyendo los que no tienen ese nombre, y convierte nuestros huertos en una mezcla aleatoria de cultivos mezclados, sobre todo en las primeras horas de juego. Por si el cambio fuera poco, contamos con la variedad más grande de frutas, verduras y hortalizas que se haya visto nunca en un juego de este tipo. Para que os hagáis una idea sin desvelar demasiado, no hay sólo un tipo de lechuga, podemos encontrar lechuga iceberg, lechuga rizada o lechuga romana. Además, las semillas de lechuga (y todas las demás), pueden evolucionar en otra especie dependiendo dónde y cuándo se planten.
Si has jugado alguna vez a un juego de este tipo, sabrás que la parte negativa de tener un huerto muy variado es que no todas las plantaciones crecen bien en determinadas épocas del año. Pues de nuevo Natsume evoluciona, o cambia las cosas a su gusto, para hacer que el clima pase a un segundo plano. En esta ocasión, y rompiendo de nuevo con la tradición, las estaciones apenas van a tener influencia en nuestros cultivos. Podemos hacer crecer prácticamente cualquier cosa en cualquier momento. Aunque en esta ocasión el tipo de terreno también influirá en que podamos llevar a buen puerto nuestros cultivos. Porque como ya hemos dicho, el mundo en el que estamos cuenta con diferentes biomas que tendremos que explorar y explotar en nuestro beneficio.
No sólo azadas
Como ya habrás adivinado, la vida en la granja no se limita a labrar. Cuidar animales y sacar provecho de ellos, pescar e incluso cavar en las minas se convertirán en tareas habituales de cada día que nos servirán para ir mejorando nuestro nivel. Y hablando de animales, en este sentido pasa algo parecido a lo que hemos visto con los cultivos.
Tendremos acceso a animales tan exóticos como camellos o renos, en diferentes partes del mundo. Es fácil adivinar que los camellos los encontraremos en la zona desértica mientras que los renos están en la parte montañosa y nevada del mapa. En este sentido, y aunque hay una historia que seguir, tenemos bastante libertad para completarla y podemos ir a las zonas que prefiramos en el orden que más nos guste.
En el aspecto negativo tenemos que remarcar la sensación que nos deja el juego de ocasión desperdiciada. Los comienzos son prometedores, y aunque ya vemos lo grande que va a ser el mundo en el que nos vamos a mover, no nos llega a abrumar, y la permisividad que nos deja a la hora de hacer cultivos o criar animales juega una importante baza a su favor. Pero la sensación que decimos viene dada sobre todo por otro de los aspectos tradicionalmente importantes en la serie. Las relaciones con otros personajes. Si excluimos los importantes para la historia, el resto podrían desaparecer tranquilamente que no nos daríamos cuenta.
Acostumbrados como estamos a cultivar una relación con el personaje que más nos guste aquí nos encontramos con dos impedimentos. El primero y más importante es que nos importa un pimiento -recién cultivado- lo que les pase o no a cualquiera de esos personajes de cuyo nombre no somos capaces de acordarnos. El segundo, y que no deja de sorprender, es que se rompe la tradición y no permite la relación entre personajes del mismo sexo. Es decir, si eliges ser un chico, las relaciones amorosas sólo se podrán dar con chicas. Una decisión tan inesperada como sorprendente dadas las alturas de la película en la que estamos ya. Otro aspecto negativo es que el mundo, a pesar de ser grande, se ve demasiado vacío, reforzando esa sensación de que para qué nos dan tanto mapeado para recorrer si luego todo se concentra en unos pocos metros cuadrados.
La ficha completa:
- Título: Harvest Moon: Un Mundo Único
- Plataformas: Nintendo Switch
- Desarrolla: Natsume
- Lanzamiento: 5 de marzo de 2021
- Precio: 49.99€