Werewolf The Apocalypse - Earthblood es un juego de infiltración que a quien escribe esto le ha traído unas reminiscencias, como mínimo, llamativas. Sí, está basado en un juego de rol de lápiz y papel y forma parte del 'World of Darkness', lo que supone un plus para cierta parte de la audiencia, pero en cualquier caso, el nombre no engaña: hay hombres lobo. Hay sangre. Y el entorno tiene un aspecto algo post-apocalíptico, pero la realidad es que todo luce extremadamente moderno en su mayoría. Y ahora, la pregunta de un servidor es: ¿alguien recuerda The Suffering? Porque igual os va a gustar cuando os contemos que hay un guiño en cierta medida que a nosotros nos ha encantado. Bienvenidos a la vida del hombre lobo que se infiltra. Bienvenidos a Werewolf.
Vamos por partes: ¿en qué consiste este Werewolf The Apocalypse?Su argumento es simple y se podría resumir en el típico: hay una corporación maligna cuyos planes ponen en peligro la tierra, y nosotros somos sus protectores. Los matices están en que los malos están al servicio de una fuerza cósmica destructiva, y que nosotros formamos parte de un escuadrón de hombres lobo. Y con eso ya casi estaría. En términos jugables, Werewolf The Apocalypse nos plantea una situación en la que somos parte de un equipo militar que lleva a cabo intervenciones, pero somos los buenos (esto con asterisco), por lo que hacemos uso de poderes y a la vez de tecnología para infiltrarnos al más puro estilo de cualquier producto de este género. Aunque si nos vemos apurados para desplazarnos, incluso podemos sacar al animal que llevamos dentro, nunca mejor dicho.
Y esto no es una gracieta: podemos convertirnos o bien en lobo, o bien en hombre lobo. Sí, lo primero igual os ha hecho resonar en la cabeza a cierta princesa crepuscular (el que no pille la referencia a Zelda, puede abandonar la sala), y lo segundo… pues le da al juego un puntazo que va a merecer la pena que probéis. Porque a todos nos encanta infiltrarnos, nos encanta que no nos pillen, nos gusta vivir al límite. Pero si nos sacan de nuestras casillas, y aquí entra lo que os hemos dicho de The Suffering, sacamos a la bestia que tenemos dentro y nos volvemos un brutal hombre lobo que arrasa con el escenario con una cantidad de sangre de por medio que merece la pena disfrutar a poco que no seas mínimamente aprensivo. Vamos a ver cómo se gestiona esto.
Lo primero: hay que explorar. Y la exploración en general la haremos en forma de lobo. ¿Por qué? Por lo normal, lo que haría cualquiera: pasar desapercibido, porque a ningún guardia se le ocurriría preocuparse porque un lobo empezase a deambular por las inmediaciones de las instalaciones militares que atravesamos. Sí que es cierto que un lobo hace menos ruido, es más ágil y se protege de la vista general, pero la movilidad no es tan precisa como nos gustaría. Pero quejas aparte, supone una frescura especial poder convertirnos en un lobo por completo e incluso poder atacar a los enemigos en esa forma, si bien a menos que podamos garantizar el éxito absoluto de la operación, lo más recomendable es materializar la forma humana y entonces ejecutar el ataque, que será sigiloso, como si de un Sam Fisher (del que hace tanto que no sabemos) sobrenatural se tratase.
Nuestro personaje, en forma humana, emplea sus sentidos de detección para saber por dónde atacar, qué hacer y seguir los circuitos necesarios para abrir puertas, por ejemplo, amén de poder atacar de forma “humana” y natural. Todo en pro de una sigilosa exploración no exenta de que llegado el momento, abramos fuego. Y si las balas no bastan, siempre podemos ejecutar la metamorfosis y convertirnos en hombre lobo, momento en el que todo se irá de madre y pasaremos a ser un bicho brutal que realiza ataques agresivos y es capaz de romper hasta parte de los elementos del escenarios. Es el momento en el que la jugabilidad que tiene un punto de RPG, haciendo algo de honor a los orígenes de la licencia, de acción pasa a ser más un juego agresivo y placentero, pues ver a los enemigos volar por los aires es algo que ya sabéis, le gusta a todo el mundo.
Aquí es donde se produce esa similitud con The Suffering que habíamos tratado ya en el texto. El juego toma un matiz muy diferente, lo que hace muy digerible el tiempo de juego (que en función de nuestro nivel de implicación partiría de unas seis horas), si bien una vez hemos tomado la costumbre empieza a hacerse algo mecánico, y salpicado por constantes conversaciones en las que hay elección de diálogos, y en las que vemos ese “ralentí” derivado de Mass Effect y Dragon Age, pero con aspecto moderno. No pasa desapercibido, no obstante, que los personajes tienen una actitud algo “plana”, sin notarse grandes diferencias ni llegar a calar en demasía.. Sin carisma podría decirse. Son seres con un trasfondo, pero no tan intenso como para que se nos quede en la memoria. No creemos que siquiera el personaje principal vaya a poderse valorar como algo recurrente.
Hablemos del apartado técnico, porque aquí hay mucha tela que cortar. En Werewolf, estamos ante un juego que gráficamente, cumple bien. Pero no vamos a pasar de ahí. Sí, hay elementos detallados, pero no mucho. Hay personajes que llaman la atención más que otros, aunque los rostros, pese al intento de hacerlos medianamente expresivos, parecen perderse en la noche de los tiempos, trayéndonos a la memoria las consolas de hace dos generaciones. Los entornos, que tienen un matiz moderno, industrial y de “base militar” (salvo por algunos escenarios más rocosos y oscuros) lucen completos, pero a la vez bastante simples. El diseño mismo de nuestro lobo está bien, pero la credibilidad hace aguas por donde lo miremos. Da la sensación de que el apartado gráfico está ahí para ayudar y en cierto modo adornar, y lo cierto es que resulta fluido. Que no nos confunda la retrocompatibilidad: obviamente no es de la nueva generación, aunque probado en una Series S, la fluidez es bestial y se mueve como un pez en el agua.
En el control, todo resulta sencillo e intuitivo. El manejo es el típico de un juego de acción en tercera persona con infiltración, sin estridencias, aunque la curva de aprendizaje se fuerza con una primera misión en la que, básicamente, aprendemos a movernos y a emplear los poderes y habilidades distribuidos por los botones. En este sentido, tal como en el gráfico, el juego cumple sin más, por lo que está aprobado, pero sin que podamos alardear de algo que no es. Podemos decir que el juego está hecho para alcanzar a todos los públicos sin diferencia, si bien a la hora de “enganchar” parece enfocado a unos usuarios muy determinados.
La ficha completa:
- Título: Werewolf the Apocalypse - Earthblood
- Desarrolla: Cyanide Studio
- Fecha de lanzamiento: 4 de febrero de 2021
- Plataformas: PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series, PC
- Precio: 49.95€ y 39.99€ (PC)