La serie Watch Dogs nos ha acompañado desde casi los momentos iniciales de la generación de PS4 y Xbox One. Aterrizó en un primer momento en 2014, con Aiden Pierce y Chicago en el centro de la ecuación. Dos años más tarde nos llegó su secuela, ambientada en San Francisco y con un toque extra de creatividad explosiva. Ahora, cuatro años después, vuelve DedSec en Watch Dogs Legion, que nos lleva a un Londres post-Brexit tomado por las fuerzas militares. La novedad esta vez no es solo el emplazamiento, sino que en esta ocasión tú eres la resistencia, y cualquier habitante de la ciudad puede ser susceptible de unirse a tus filas, sea un obrero de la construcción, un ejecutivo o una agradable viejecita.
La propuesta es ambiciosa, y en la práctica está magníficamente llevada, permitiendo que la narrativa se mantenga, pero las posibilidades al hacer cada misión se multipliquen exponencialmente, con las distintas características de cada personaje que pulula la ciudad. Una idea brillante que además se apoya en una profundidad y variedad de misiones más que loable, y que son la guinda del pastel de Watch Dogs Legion. Sin embargo, ¿quién tiene delante un pastel y se queda con la guinda? ¿Sabe bien la mezcla de ingredientes de la receta que hoy nos ofrece Ubisoft? Profundizamos sobre todo ello.
Un futuro cercano no tan loco
La historia de Watch Dogs nos lleva a un futuro cercano en el que un Londres post-brexit tiene que vivir con las consecuencias de un supuesto ataque terrorista perpetrado por DedSec. Esto vale para que fuerzas del orden privadas tomen el control de la ciudad, y ya sabéis lo que viene después: corrupción, caos y conspiraciones varias. Sin embargo, como miembro de DedSec, sabes que no es verdad y que el grupo de hacktivistas fue culpado de manera injusta. Por eso toca reiniciar el movimiento, fichar a los mejores agentes que encuentres por la calle y desentrañar una maraña de secretos que permita a los habitantes de Londres volver a la normalidad.
De esta forma comenzamos la aventura como un personaje 'random' que podemos personalizar, pero que no tendrá mayor importancia después, cuando nos encontremos con habitantes de la ciudad más hábiles y dotados. Sin embargo este primer personaje es ideal para los momentos iniciales de la aventura e ir aprendiendo las posibilidade que ofrece Watch Dogs Legion, que son muchas. De hecho os podemos contar que este proceso de aprendizaje es tremendamente necesario, como pudimos comprobar en nuestras carnes. Hace unas semanas tuvimos acceso a una preview del juego de Ubisoft en la que saltábamos directamente a la mitad de la aventura. Ahora, para el análisis, hemos podido revisitar esas mismas misiones que ya jugamos, pero con la experiencia inicial. El resultado fue tremendamente más satisfactorio, al saber qué cosas podíamos hacer y cómo hacerlas.
Por ejemplo, durante las primeras horas aprendimos a controlar drones de carga, que nos permiten entrar a zonas desde el aire, o a lidiar mejor el sigilo y usar cámaras de vigilancia a nuestro favor. También es cierto que parte de la culpa de todo esto es que en esta ocasión sí que pudimos elegir las habilidades tecnológicas que teníamos desbloqueadas, y que permiten tener más armas que aturden, hackear torretas o distintos tipos de drones, etc...
Renovación jugable constante
Y es que el crecimiento la jugabilidad en Watch Dogs es una de las constantes que más rejuvenecen la jugabilidad. Tener a nuestra disposición una ciudad repleta de personajes (aunque tenga truco y muchos repitan con distintas skins) hace que el juego sea diferente en cada partida. Puedes tener suerte y encontrarte con un artista callejero con habilidades únicas... O pasarte un buen rato encontrándote con simples habitantes de la City que tienen más dinero, un buen coche o un arma específica. Luego está que cada personaje que quieras reclutar te pedirá que les hagas un favor en forma de misión extra (y la variedad aquí es simplemente abrumadora). A veces será librarle de un prestamista, pero también nos ha pasado que hemos tenido que rescatar a un personaje... Y ha muerto por el camino, perdiéndolo para el resto del juego.
Y por supuesto, también está la posibilidad de que sea un personaje enemigo... Aunque también podremos ficharle, si seguimos su rutina diaria y descubrimos qué necesita para poder ayudarle. Es decir, capas y capas de sofisticación que se aplican a este sistema de 'sé quien quieras', y que de verdad aporta distintos enfoques a la acción.
Hay personajes que son unos hachas con el sigilo y hacen menos ruido, otros que controlan drones armados, o que portan armas con silenciadores, o son expertos hackers cuyos hackeos no tardan nada en realizarse, policías, médicos u obreros que pueden entrar en zonas vedadas para el resto... Las posibilidades son muchas, y es de lo más gratificante encontrar quién es el más adecuado de tus 'soldados', y hacer las misiones casi sin pestañear.
Infiltrándote, que es gerundio
Porque en el fondo, el núcleo de la jugabilidad de Watch Dogs Legion no ha cambiado demasiado respecto a sus antecesores. Se trata de un sandbox de acción, en el que recorremos una ciudad gigantesca, robando coches, hackeando objetos (y gente), e infiltrándonos en distintas zonas controladas por las facciones enemigas. En eso no hay muchos cambios, la verdad. El título de Ubisoft sigue funcionando mucho mejor cuando tratamos de no levantar sospechas enemigas, y más aún si tratamos de usar los muchos cacharros tecnológicos a nuestra disposición. En caso contrario, de ir a pecho descubierto, que es una posibilidad, el juego no resulta tan divertido, y se notan algunas de las costuras de la IA, que tampoco es que sea para tirar cohetes.
De hecho es cuando estamos aprovechando las habilidades únicas de los personajes de Watch Dogs Legion cuando más disfrutamos del juego. Recorrer el mapa es divertido, y hay montones de coleccionables que recolectar, incluyendo tareas únicas que nos permitirán 'dominar' un barrio y conseguir un personaje especial, pero los vehículos siguen controlándose regular, y los tiempos de carga demasiado largos muy a menudo. Apuntar tampoco acaba de ser completamente satisfactorio y, en general, podría llegar a decirse que el juego no hace nada perfecto, pero casi todo sí lo hace muy bien y por eso la extrema variedad de su propuesta le sienta a las mil maravillas.
A esto hay que unir un diseño de misiones más que meritorio, con sorpresas y giros constantes que suelen ir más allá del "ve ahí y recoge un 'algo'". Hay que decir, eso sí, que no todas las misiones mantienen el mismo nivel estelar. Por ejemplo se nos ocurren que las misiones centradas en los robot araña no acaban de ser demasiado divertidas. Por otro lado si quieres hacerlo todo (algo que sería harto complicado, ya que implicaría fichar para DedSec a todo Londres), sí que es cierto que acabarán repitiéndose ciertas acciones, misiones y emplazamientos, pero es algo completamente lógico y entendible.
Una Londres en miniatura
Otro detalle que nos ha encantado es la ciudad que sirve de marco para la acción de Watch Dogs Legion, Londres. Servidor ha estado cientos de veces en dicha urbe, y la odio con todo mi alma por culpa de su denso tráfico. Sin embargo, las limitaciones de los videojuegos hacen que sea imposible (además de injugable) mostrar los embotellamientos típicos de la capital inglesa. De esta forma, la ciudad del juego de Ubisoft tiene todo lo bueno de Londres: sus lugares emblemáticos, sus intricadas calles, la variedad de su paisaje... Sin lo peor de ella. Y solo eso hace que el escenario del juego sea todo un éxito, sobre todo gracias al buen tino de la desarrolladora al emular la ciudad, pero reduciendo sus dimensiones para que no nos eternicemos con los paseos.
Las perturbaciones en la fuerza
Si has leído hasta aquí, seguro que te habrás formado una idea bastante positiva de Watch Dogs Legion, salvo por las limitaciones de la propuesta. Sin embargo, hay algunos pequeños problemas extra en el camino que pueden ser un problema. Lo primero es que el juego nos ha parecido tremendamente fácil en la dificultad estándar (hay una variante con la misma dificultad, pero muerte permanente de los personajes). Tus reclutas de DedSec tardan muchísimo en morir, lo que pone las cosas bastante más sencilla de lo que nos gustaría. Además, la amplia variedad de enfoques y la flexibilidad de adaptarte a ellos hace que sea sencillo encontrar 'el truco' para no sufrir demasiado para superar las misiones.
A esto hay que añadir un detalle que no nos ha gustado nada, y que tiene que ver con las microtransacciones. En la tienda dentro del juego de Watch Dogs Legion existe la posibilidad de comprar nuevos personajes para DedSec, estando entre ellos algunos de los más poderosos del juego, y convirtiendo el título en una suerte de pay to win que no nos parece justa, ni apropiada. Evidentemente no es necesario pagar, pero tener estos personajes hace que todo sea mucho más fácil. No entendemos la necesidad de incluirlos.
Por otra parte, en la versión a la que hemos tenido acceso, Xbox One, hemos sufrido varios pequeños bugs y problemas de rendimiento que Ubisoft se ha comprometido a solucionar para un próximo parche, pero que ahora mismo afean un tanto la experiencia de juego con Watch Dogs Legion. Es cierto que los sandbox son difíciles de optimizar, pero tampoco es suficiente excusa como pasar estos fallos por alto... Incluyendo tiempos de carga demasiado exagerados y algún cuelgue ocasional, por ejemplo.
Una ciudad que entra por los ojos y los oídos
En cuanto a los apartados gráfico y sonoro, tenemos muchas cosas buenas que decir de Watch Dogs Legion. El detalle es elevado, los efectos gráficos destacables, y la estabilidad de las imágenes reseñable, aunque con excepciones. Se podría pedir una mayor densidad de peatones y de tráfico, pero por lo demás, nos ha gustado mucho tanto la variedad de escenarios, como la atención al detalle en ellos. El modelo de los personajes raya a un buen nivel, pero tampoco es donde Watch Dogs Legion destaque más, con algunas animaciones poco adecuadas y casi automáticas de cuando en cuando. Lo mejor es la representación de Londres, de la que os hablamos antes.
En cuanto al apartado sonoro, la versión previa al lanzamiento a la que hemos podido acceder aún no tenía el español entre los idiomas de los personajes, ya que los doblajes extra más allá del inglés llegarán a través de descarga y no están incluidos en el juego base. Una buena forma de ahorrar espacio en nuestros discos duros, sobre todo con las expansiones que se preveen en el horizonte de Watch Dogs Legion. Quizás eso nos ha hecho disfrutar un poco menos del humor de bagley, la IA que nos acompaña durante la aventura, y también nos hemos quedado con las ganas de comprobar si Rubius, que está en el juego, se dobla a si mismo.
La banda sonora por su parte es acertada, pero solo la escuchamos cuando estamos dentro de un vehículo, con lo que no disfrutaremos de ella demasiado tiempo, ya que al fin y al cabo acabaremos usando menos los coches y motos, y más los viajes rápidos para ir directamente a los objetivos.
La ficha completa
Título: Watch Dogs: Legion
Plataformas: PS4, Xbox One, PS5, Xbox Series y PC,
Desarrolla: Ubisoft
Fecha de lanzamiento: 29 de octubre en PS4, Xbox One y PC. De lanzamiento en PS5 y Xbox Series
Precio: 69.95€
