Tras el fiasco con WWE 2K20, 2K Games se replanteó el devenir de los juegos con licencia de la principal promoción de lucha libre y apostar por WWE 2K Battlegrounds como la entrega para este año 2020. Mientras deciden el nuevo rumbo para la rama principal de videojuegos, los fans del wrestling van a tener una ración extra lucha libre virtual basándose en el modelo arcade de NBA 2K Playgrounds 2, estando este proyecto a cargo de sus mismos responsables: Saber Interactive.
WWE 2K Battlegrounds es un juego con un manejo realmente simple, basado en versiones caricaturescas de las Superstars de WWE, con animaciones exageradas, efectos visuales inverosímiles y tratando de representar de la forma más espectacular las coreografías del deporte entretenimiento bajo el abanico de un juego del género de la lucha. WWF Wrestlemania: The Arcade Game, uno de los juegos de wrestling más divertidos de todos los tiempos basó en estos pilares su jugabilidad y acertó, ¿hará lo propio lo último de 2K Sports?
Battlegrounds, la nueva promoción de WWE
WWE 2K Battlegrounds gira en torno al Modo Campaña que se ha incorporado, que no solamente sirve como tutorial en sus primeras fases, sino que da contexto argumental al tipo de competición en la que vamos a participar. Por medio de una serie de secuencias introductorias de estilo cómic, se nos sumerge en la ficción seriada de la compañía para proponernos que las competiciones de Battlegrounds, ideadas por Paul Heyman y con ‘Stone Cold’ Steve Austin como General Manager, son una nueva idea de producto para la empresa. Algo así como una cuarta promoción tras RAW, Smackdown y NXT.
En esencia, Battlegrounds es una competición fuera de estudio, en la que un competidor local defiende improvisadamente su terreno desde el ring. Esto da paso a arenas a lo largo y ancho del planeta: los Everglades, México, el metro de Nueva York, un bosque en la campiña francesa, etc. A su vez, nos presentará a los personajes que defienden cada uno de estos rings, que serán aquellos que podamos controlar y enfrentar a los luchadores reconocidos.
El objetivo final de todos ellos es poder firmar un contrato oficial con la WWE y demostrar su talento en la vitrina de los inmortales: Wrestlemania. Para llegar a ello, el juego se estructura entre las luchas obligatorias para superar cada fase y dar paso al siguiente competidor inventado para la ocasión y otra serie de desafíos que permiten desbloquear nuevas arenas, Superstars o potenciadores, que son una forma de poder cambiar las tornas de una lucha mediante power-ups.
Lucha simple… y limitada
Aquellos a los que se les hace bola cada entrega de los WWE 2K más simulador, estarán de enhorabuena al sentir lo intuitivo que puede ser el esquema de control de WWE 2K Battlegrounds. El manejo se puede resumir en puñetazos y patadas como golpes estándar, el uso del stick derecho para llaves y la pulsación simultánea de ambos gatillos para activar el finisher de cada luchador. Se puede llegar a hacer algún combo extra, pero con estas nociones básicas ya hemos ganado el 90% de los combates.
Para reflejar el estado del luchador y lo proclive que es a no salir del pin del rival, se ha estructurado la jugabilidad mediante tres barras distintas: salud, energía y especial. La primera indica el estado del luchador, y si bien acabar con ella no implica la victoria instantánea como en un juego de lucha al uso, sí hará que nos aseguremos la victoria por cuenta de 3 si conseguimos derribar al contrario para cubrirlo. La segunda implica el número de acciones explosivas que podemos llevar a cabo, siendo la que menos cooldown tiene, pero limitando así que la lucha sea un correcalles. La tercera es la más importante, pues es la que desbloquea la posibilidad de realizar los movimientos especiales, incluyendo el finisher del que hablábamos antes. Además, tiene una mecánica de riesgo recompensa. Si no se gasta en ataque, podemos tener más facilidad para pulsar el botón indicado en pantalla y hacer contrataques.
Al tratarse de este enfoque desenfadado, las reglas son mucho más laxas que en un combate sancionado. A efectos, todas las luchas podrían considerarse de categoría Street Fight, pues está permitido el uso de armas sin que conlleve descalificación para los luchadores. Otras reglas como el conteo de 10 segundos fuera del ring pueden desactivarse en los combates personalizados, pero sí estarán activas en el Modo Campaña.
La gran diferencia con respecto a lo que habíamos visto hasta ahora es la implementación de rings interactivos. En cada uno de ellos hay un tipo de acción especial que aporta un toque distintivo, aunque un mayor abanico hubiera reducido la sensación de repetitividad después de unos cuantos combates. Colocándonos en la posición adecuada podemos activar estas acciones especiales tan inverosímiles como lanzar al rival a la boca de un caimán o subirnos al patín de un helicóptero para lanzarnos al ring cual misil.
Lucha, gana, colecciona
Apelando al coleccionismo de figuras de acción que muchos fans de la lucha libre tienen, el juego incorpora una tienda ingame en la que aparecen aquellos luchadores que podemos comprar, con una graciosa presentación en la que intentan escapar de su blíster. Será a través de nuestro desempeño en los combates los que marcarán el pago que se nos da en Battle Bucks, la moneda ingame. También se ha incluido una moneda de pago, los Golden Bucks, pero simplemente sirven para agilizar el proceso y no necesitar tanto grindeo. Además de los luchadores que falten para completar nuestro roster, podemos conseguir también apariencias adicionales de la misma forma.
La representación de talentos que aparecen en el juego es bastante satisfactoria. No faltarán ninguna de las grandes estrellas actuales (Roman Reigns, Seth Rollins, AJ Styles, Randy Orton, Charlotte Flair, Becky Lynch, Sasha Banks), aunque algo más flojo queda el róster en el lado de las leyendas, habiendo echado en falta a algunos como The Ultimate Warrior, Ric Flair, “Macho Man” Randy Savage o Batista, aunque hay promesas de que llegarán en el futuro como DLC gratuito.
Eso sí, a pesar de los más de 70 luchadores que se pueden conseguir en la actualidad, resulta cuanto menos sorprendente ver que la historia se repite tal y como sucedía en WWE 2K y el producto llega algo desfasado. En este caso, es cuanto menos extraño que hayan pasado el corte algunas de las Superstars que fueron despedidas en abril a causa de la pandemia del coronavirus y que ahora incluso compitan en promociones rivales. Hablamos de casos como Erick Rowan, Karl Anderson o Luke Gallows… que realmente tampoco han hecho méritos como para considerar que pertenecerían a la categoría leyendas.
Para tratar de diversificar el estilo de lucha de las Superestrellas, se han dividido en varias categorías (Técnico, High Flyer, Powerhouse, etc), pero, a efectos, no cambiará mucho más que las estadísticas de salud, energía y el tipo de movimientos y animaciones en las que se suelen encasillar. Por fortuna, se ha hecho un gran trabajo de recreación y, tanto estéticamente como a nivel de animaciones de los movimientos más memorables, es fácilmente reconocible qué luchador es cada uno sin necesidad de mirar el nombre en la interfaz.
Gráficos y sonido no demasiado destacables
Aquellos que hayáis jugado a NBA 2K Playgrounds ya sabéis qué esperar visualmente de este juego que comparte motor gráfico de Saber Interactive. Como decimos, no será un prodigio técnico (por momentos puede llegar a parecer un juego de móviles), pero sabe representar a la perfección la espectacularidad de las entradas a escena de la Superstars, los movimientos personales y la exageración que en ocasiones acompaña a este deporte espectáculo.
Algo menos conformes hemos quedado con el apartado sonoro. Si bien el juego incorpora todos los temas de entrada para los diferentes luchadores, la falta de una banda sonora para la navegación por los menús deja el juego algo calvo en este sentido. El dúo de comentaristas, Mauro Ranallo y Jerry “The King” Lawler, están simplemente correctos, con unas líneas bastante genéricas que, si bien se ajustan a lo que vemos en pantalla y saben transmitir la emoción, acaban siendo bastantes repetitivas en pocos combates.