Maid of Sker nos plantea una experiencia que más o menos podría definirse como tener resaca y que te hagan ir a conocer a tus suegros dos horas más tarde. En otras palabras: un juego de terror, pero a la vez, un producto que lucha por mantener el tipo y jugar en la liga de los mayores. Bienvenidos a una de las experiencias de terror más eficaces de la actualidad, pero a la vez a un juego que deja que desear en otros aspectos que vamos a contaros a continuación. Siempre teniendo en mente que, al fin y al cabo, estamos ante un juego indie y que por tanto no podemos pedir de él lo que no va a tener. Y ahora, preparaos para unas vacaciones en la Isla de Sker, donde está el hotel Sker. Y donde os espera la doncella de… sí, de Sker, por qué no. Para qué vamos a buscarle más nombres.
Resident Evil 7 fue un título que cambió muchos cánones del horror y Maid of Sker es de los que recogen el testigo en muchos sentidos. Un juego que se mete en la esfera de los sustos y la tensión a base de plantearnos un escenario bastante cerrado en el que tenemos que investigar, solucionar puzzles y sobrevivir sin que nos finiquite alguno de los miembros del staff del hotel. Qué vacaciones más maravillosas: al menos no tenemos que llevar mascarilla porque la ambientación es más de principios del siglo XX. Pero no os relajéis, la cosa no pinta bien desde el principio, de hecho, huele a rito satánico que apesta. Muchas velas, mucha oscuridad y un hotel que está para que le den un arreglo. Y una capilla con esculturas de tipos con capucha y cráneos. Si es que no puede uno salir ya ni de casa…
A nivel técnico, estamos hablando de un juego que no puede vérselas con cualquier otro del género. Es demasiado sencillo en muchos sentidos y su rendimiento llega a ser complicado. Hemos podido jugar a la versión de Xbox One y es como si a la máquina le costase, pero no porque el título sea una maravilla visual (ojo, tiene un nivel de detalle bastante bueno y los juegos de luces y sombras están muy bien, pero no, no vale como para pensar que es la leche). Es un título que muy bien podría haber aparecido hace diez años, aunque tiene como una capa de “maquillaje” que lo acercan a la actualidad. Bien es cierto que un título de terror no requiere de un apartado técnico brutal para asustar, y aquí es así.
Pero también es verdad que algo más de trabajo gráfico nos habría encantado, por acompañar a la experiencia. Vamos a movernos por el hotel y sus zonas aledañas superando puzzles que, ciertamente, no son muy difíciles, sino más bien exigirán cuidado en la ejecución. Es un peligro, porque como nos vean, aquí no hay combate que valga. Correr, esconderse y no hacer ruido son nuestros únicos aliados en un producto que resulta bastante divertido, pero con algunas carencias.
Y hablando de esas carencias, la primera a la que vamos a hacer alusión es que el control nos puede jugar unas malas pasadas que no nos gustan nada. Nos hemos quedado “pillados” en algunos puntos, sin avanzar. Hay elementos que nos parecen sin explicación y lamentablemente, en general, no rinde como quisiéramos. La ejecución en sí no es complicada. Correr, esconderse y conseguir los clásicos objetos que vamos a observar de cerca y girar por si pone algo detrás. Pero poco más. Como decimos, Maid of Sker es una experiencia que ya podemos ver venir, pero hecha desde un punto de vista narrativo que nos ha encantado.
De hecho, a nivel de historia está muy bien. Mucho mejor que de gráficos, por ejemplo. También a nivel sonoro, si bien una vez más están tirando de lo que ya empieza a volverse una suerte de rutina: ciertas voces lastimosas, un canto que roza lo fúnebre que nos hace pensar que estamos ante una novela de parejas rotas o de duelo por un fallecimiento más que en un título de terror. La mecánica por su parte suele contar con un sistema férreo: corre, encuentra una puerta que no es, vuelve atrás, pilla un atajo y abre la puerta o sáltala. Y seguimos adelante con nuestras vidas.
Estamos ante un juego, además, bastante corto. Ahora viene la pregunta real: ¿merece la pena invertir en Maid of Sker? Pese a la sensación mediocre que puede desprenderse de la explicación, el título resulta interesante y en muchos sentidos, es un buen juego de terror, pese a las carencias. Así que la respuesta es un sí rotundo, si nos gusta el género, aunque teniendo en cuenta que no juega en la liga de los mayores y que en el apartado técnico tiene carencias importantes. Si os gustó Resident Evil 7 y queréis algo similar (ojo, solo similar), Maid of Sker os dará buenos ratos este verano. Bueno, no muchos, pero es que tampoco es extremadamente largo. Al menos su precio es reducido, ya que cuesta unos 30€ de salida.