PlatinumGames siempre ha sido considerada como una de las mejores compañías en lo que se refiere a videojuegos de acción y hack and slash. Ha brindado títulos como el que analizaremos hoy aquí, Bayonetta, y otros que han querido servir como revisión de una franquicia desde su perspectiva y toque personal: Metal Gear Rising: Revengeance. Pasando, también, por juegos que sería mejor enterrar y solamente jugar en caso de apocalipsis si no hubiera otro remedio: Teenage Mutant Ninja Turtles: Mutantes en Manhattan. Platinum tiene un sello autoral tan potente que ha conseguido desmarcarse de los demás juegos de acción con una facilidad imperiosa.
Es bastante sencillo, de hecho, poder identificar qué obras son de la compañía y cuáles no. Y es que sus títulos poseen un componente arcade y adictivo que pocos han sabido reproducir con semejante exactitud. Puede que Devil May Cry y God of War sean el equivalente perfecto. De hecho, el padre de las aventuras de Dante no es otro que Hideki Kamiya, quien dio vida por primera vez a Bayonetta.
No obstante, resulta un tanto extraño que PlatinumGames haya vuelto a la palestra después de revelar que tenía cuatro proyectos por anunciar, y uno de ellos fuera un kickstarter para traer The Wonderful 101 de vuelta pero, esta vez, para Nintendo Switch, PS4 y PC. Las críticas hacia la estrategia empleada por PlatinumGames no tardaron en llegar a modo de bombardeo. Gran parte de esas críticas hacían referencia a la poca falta que le debería hacer a Platinum la necesidad de iniciar un kickstarter y, ahora, la compañía carga de nuevo con dos juegos reciclados en un nuevo formato para PS4 y Xbox One.
Pero dejando polémicas a un lado, Bayonetta y Vanquish son dos juegos con una década de vida. Tanto uno como el otro han tenido alguna que otra revisión y, realmente, han permanecido bastante activos y vivos en el ecosistema de videojuegos de nueva generación. Sobre todo Bayonetta. No obstante, teniendo en cuenta que la próxima generación ya está prácticamente aquí, ¿qué tal se han adaptado estos dos juegos a la recta final de PS4 y Xbox One? ¿Están igual de frescos que su primer día?
¿Siguen manteniendo el tipo?
La respuesta es sí, y mil veces sí. Parece que no hayan pasado los años para ninguno de los dos juegos, a pesar de que estemos escribiendo estos diez años después de sus respectivos lanzamientos. Vanquish, sorprendentemente, sigue teniendo un diseño de niveles de lo más atractivo en el género de los shooters. En dicho juego, encarnamos a Sam Guideon, un supersoldado en un entorno futurista en el que portamos un traje que nos permite deslizarnos, saltar y movernos con una agilidad y velocidad sorprendentes.
El secreto de Vanquish reside en ese traje, en la capacidad que nos da eso para movernos libremente por el escenario con un sistema de propulsión con el que podemos enfrentarnos a múltiples enemigos a una velocidad que, a veces, cuesta incluso de controlar. Pocos juegos puede equiparse a Vanquish en lo que respecta a frenetismo en tercera persona. Puede que Gears of War sea su equivalente más cercano. Además del variado y consistente arsenal que nos acompaña: desde ametralladoras ligeras, hasta fusiles de asalto, pasando por escopetas y lanzamisiles.
Bayonetta, por su parte, ha demostrado a lo largo de los años que sigue siendo uno de los hack and slash más destacados. Su sistema de combate invita a intentar conseguir la perfección y a rejugar los niveles las veces sea necesarias para obtener las puntuaciones más altas. En Bayonetta encarnamos a una bruja de Umbra con la que debemos hacer frente a todos los demonios del infierno habidos y por haber en la Tierra.
En Bayonetta, al contrario que Vanquish, no debemos ir por el mapa recogiendo armas constantemente porque se nos acaban las balas. O flanquear a los enemigos para ganarles la posición. Aquí, en el juego de Hideki Kamiya, son los enemigos los que vienen hacia nosotros, y en oleadas un tanto descontroladas. Bayonetta se centra sobre todo en que el jugador encadene de forma correcta los combos para conseguir puntuaciones más altas y que así la protagonista desencadene sus mejores movimientos. Y algunos siguen siendo un verdadero espectáculo.
¿Qué tal les ha sentado este lavado de cara?
Suele ser lo que determina si una obra de arte es realmente una obra maestra. Si los años no afectan a su composición y la visión artística con la que se las plantea sigue en perfecto estado y se puede aplicar a los tiempos actuales, significa que el autor supo plasmar a la perfección su visión. Empezando por Bayonetta, realmente parece que el título jamás haya envejecido, puesto que como comentábamos ha pasado por diversos sistemas antes que PS4 y Xbox One y ya ha tenido revisiones de calidad gráfica y FPS en Wii U y Nintendo Switch.
Ahora, sin embargo, luce de maravilla gracias a ese 4K y sus 60 fps constantes que hacen que la acción frenética que presenta se vea con total claridad y mucho más fluido, qué duda cabe. No obstante, tampoco es algo que le fuera imprescindible al juego. Es decir, con todas esas revisiones y adaptaciones que ha tenido a lo largo de estos años tampoco es que sea una característica que se sienta totalmente novedosa y que signifique un cambio radical en Bayonetta. Aun así, que hay dejar claro que poder jugar a Bayonetta en estas condiciones tan óptimas es todo un lujazo.
Ahora bien, donde sí hemos notado una gran diferencia ha sido con Vanquish. En sus inicios, el título tenía ciertos problemas de rendimiento en PS3 y Xbox 360, funcionando a 30 fps y hasta con bajadas casi a 20 fps. En PC, Vanquish ya tuvo una revisión que le añadió los 60 fps, algo tremendamente necesario para el juego, puesto que sus cantidades industriales de enemigos y disparos en los escenarios creaban el caos en la pasada generación.
En esta edición, Vanquish luce mejor que nunca. A diferencia de Bayonetta, aquí sí que se siente que Vanquish ha sido totalmente renovado y actualizado. Esos 60 fps y 4K en PS4 y Xbox One hacen que el juego pueda equipararse a la gran mayoría de shooters actuales que buscan crear frenetismo a base de disparos a diestro y siniestro. Si el pasado verano decíamos que Gears 5 seguía manteniendo ese legado de acción desenfrenada de la saga creada por Epic Games, Vanquish, ahora mismo, puede equipararse a ello sin despeinarse -de hecho hasta comparten estructura de algunas misiones-.
Sin embargo, esta edición deja un sabor agridulce. Lo cierto es que no aporta gran cosa, además del apartado visual, y solamente supone el enésimo encuentro con estos dos juegos de PlatinumGames. Sí, en los nuevos sistemas de Sony y Microsoft y con un apartado visual que nos ha dejado alucinados, pero habiendo jugado ya a estos títulos en anteriores ocasiones y en sistemas también actuales, como Nintendo Switch o PC, puede no sorprender tanto a los usuarios que sean plenamente conocedores de estas dos obras de Platinum.
No obstante, siguen siendo juegos de una gran calidad en la mayoría de sus demás apartados, y eso es algo que no se puede pasar por alto ni tampoco no mencionar. En otras palabras, siempre es un placer volver a rejugar a Bayonetta y Vanquish, pero puede que los cambios visuales que sean dado solamente para este décimo aniversario sean poco en comparación con todo el contenido que se podría haber sumado a ambos juegos.
Sabias palabras las del filósofo demoníaco Illidan cuando gritaba desde lo alto de su fortaleza aquello de: "¡No estáis preparados!". Algo que tendrían que haber escuchado he interiorizado en Activision Blizzard antes de estrenar, de nuevo, su RTS más clásico...
