Es un santuario muy simple que recompensa el esfuerzo necesario para encontrar su entrada. Vete a Farone, justo como cuenta la imagen inferior.
Con un clima tormentoso (común en este área), pon un objeto metálico en la parte superior de la roca. Un rayo golpeará la zona, rompiendo la roca y abriendo la entrada: simplemente tendrás que entrar y conseguir la recompensa.
Escrito por Bastien "Lloyd" Dubosq-Luyer. Traducido por José Ángel Mateo.