Chivalry nació de un mod de Half-Life y se viralizó tras ser uno de los primeros juegos capaces de arrasar entre youtubers. Un título hijo de su tiempo que con Medieval Warfare demostró que era mucho más que los memes que veíamos entre creadores de contenido. Más de tres millones de visualizaciones era una cantidad que había que destacar para una época en la que todavía no estábamos tan seguros de si arrasar entre este tipo de jugadores era señal de éxito inequívoco.
Ahora, el juego presenta una secuela con muchas más expectativas y que tiene por rival superar las sensaciones que ofrecía el anterior título. Un duelo que Chivalry 2 aguanta sin problemas convirtiéndose en una obra notable en la que tanto pesa lo que ya es como el potencial que tiene de cara a los próximos años a poco que siga recibiendo novedades como lo hizo su predecesor.
El extraordinario sistema de combate de Chivalry 2
Los combates con armas blancas siempre han tenido dificultades a la hora de llegar a los videojuegos. Aunque algunas obras han sabido adaptarlos a la perfección, lo cierto es que tenemos un sinfín de ejemplos en la historia de los títulos de rol en los que esta faceta ha sido la responsable de lastrar la experiencia general. En Chivalry 2, sin embargo, esta preocupación queda desechada desde el extenso tutorial en el que nos son explicadas sus mecánicas.
Los conceptos introducidos en estos primeros quince minutos son los que darán lugar a un complejo entramado golpes, esquivas y bloqueos en los que aporrear botones es el primer paso a una muerte segura. Apenas hay unas pocas mecánicas, pero sus combinaciones generan infinidad de posibilidades y, sobre todo, premian a los jugadores que son capaces de exprimir el título haciendo que casi nunca perdamos un duelo de forma injusta.
A cada tajo debe acompañarle un movimiento de cadera y a cada estocada le podemos agregar una pequeña finta para romper la guardia del adversario que tenemos delante. Un juego de engaños en el que también cobra especial importancia el control del tiempo que tardamos en golpear ya que en caso de que recibamos daño antes de completar nuestro ataque nos quedaremos completamente desincronizados a merced de un más que probable golpe fatal.
La variedad de armas es la encargada de darle complejidad a estas mecánicas y convertir las decenas de posibilidades que ofrecen en unas cuantas miles. Hay tres clases divididas a la vez en cuatro subclases y cada una de ellas cuenta con siete u ocho armas diferentes además de un especial que para nada desentona con el conjunto. Todo esto dividiendo las armas en función a velocidad de ataque, alcance y daño; generando la multitud de variables que un jugador de Chivalry 2 tiene que dominar. Teneos arcos, ballestas, hachas, martillos, alabardas y todo un surtido de espadas a nuestra disposición sintiéndose cada una de estas completamente diferente.
En creación de mecánicas estamos, en definitiva, ante un progreso esperado y en el que no hay nada que reprochar a un título que también añade nuevas capacidades curativas y la posibilidad de seguir peleando incluso si hemos perdido una extremidad. Una capacidad anecdótica para el jugador que lo sufre, pero capaz de sacar el lado más sádico de un atacante que puede acabar con su enemigo desprotegido. Uno de tantos detalles que nos dejaron impresionados y que muestra la clara intención de introducir al jugador en la experiencia.
Un conflicto bélico realista
El cine y las series se han encargado de romantizar las antiguas guerras creando grandes coreografías con combates singulares cargados de honor, pero lo cierto es que Chivalry pretende ser fiel a la realidad ofreciendo conflictos caóticos. Este es uno de los puntos que más ha decepcionado a muchos jugadores. Es muy fácil ir corriendo para que una ballesta nos atraviese la cabeza o un enemigo nos de una estocada por la espalda que nos deje completamente vendidos.
Sin embargo, parece que la clara intención de Torn Banner Studios es que el título funcione exactamente así. El factor rolero en el que tanto incide el juego desde el mismo tutorial invita a que acabemos flipándonos demasiado en un escenario en el que incluso los golpes involuntarios de nuestros compañeros son una amenaza a la supervivencia. Una faceta que no es ni mucho menos negativa, pero que debemos conocer antes de llegar al título.
Buena parte de la justificación de estos elementos roleros está en el sistema de progresión. Podremos desbloquear todos los añadidos jugables de forma bastante rápida y más si nos centramos en una única clase. Así los elementos que nos motivarán a seguir jugando (además del hecho de que sea un juego excepcionalmente divertido) son los desbloqueos de cosméticos. Una serie de alternativas casi ilimitada que pondrá a nuestra disposición ropa, armadura o armas que podremos transformar a nuestro gusto para imponer respeto en el campo de batalla.
Sobre las clases sí podemos añadir un apartado negativo. En la mayoría de los casos el desbloqueo de cada subclase se siente más como una mejora que como una alternativa, haciendo que las escasas alternativas a este respecto se queden algo más limitadas de lo que deberían. Un problema que al menos no se repite con las armas donde la progresión acaba siendo mucho más horizontal que vertical.
Modos interesantes, pero escasos
Una de las quejas que podemos hacer sobre Chivalry 2 es que se siente algo escaso en cuanto a mapas y modos de juego. Tenemos tres alternativas en cuanto a búsqueda de partidas: servidores de 64 personas, de 40 o el modo todos contra todos. Dejando este último de lado por su título autoexplicativo, las alternativas de equipo se dividen a su vez en dos enfrentamientos principales: los basados en objetivos y el combate por equipos.
En total contamos con una rotación de seis o siete mapas cada uno correspondiente a un modo de juego. El título sabe jugar con su escasez para ocultarla haciendo que rara vez vayamos a jugar dos veces en el mismo escenario durante una sola sesión, pero a la larga puede acabar haciéndose repetitivo. Chivalry 2 ha sabido hacer del defecto virtud esforzándose en hacer magia con su contenido para conseguir una profundidad inusitada, pero este aspecto es imposible que no acabe “viéndose el cartón” tras varios días jugando.
Afortunadamente hay planteado de cara al futuro del título una serie de actualizaciones de contenidos. Sin embargo, quizás debería haber como mínimo un escenario adicional de cada uno de los modos de juego de cara al lanzamiento y, sin duda, este es un aspecto que de alguna forma hay que penalizar ahora que se acabaron las fases de prueba y desde la desarrolladora han considerado este como su producto final.
Conexión y funcionalidades online
Chivalry 2 es un juego que se disfruta por entero en multijugador y que ofrece alternativas que se han convertido en el estándar de la industria como el juego cruzado. Con respecto a estas funciones no hemos encontrado demasiados problemas más allá de una asistencia de apuntado con el arco algo exagerada a la hora de jugar con mando (jugamos la versión de Xbox en una Series S).
A lo largo de nuestra experiencia si hubo fallos de conexión y algunos problemas de netcode que, aunque son habituales en el lanzamiento de casi todos los títulos multijugador y esperamos solucionados en las próximas semanas, no podíamos dejar de mencionar.
La ficha completa
- Título: Chivalry II
- Desarrolla: Torn Banner Studios
- DIstribuye: Tripwire Interactive, Deep Silver
- Plataformas: PC (MS Windows), PS4, PS5, Xbox One, Xbox Series
- Fecha de lanzamiento: 8 de junio de 2021