Los tiempos han cambiado mucho desde la última vez que vimos por estos lares a Battletoads. Andamos ya mediado el 2020, y la última vez que Rare nos trajo unas aventuras de estos sapos cambiaformas era 1994 y se trató de una versión exclusivamente para recreativas titulada Super Battletoads. Desde entonces, estos sapos han disfrutado del calor del público y de su fama en un búnker que les ha permitido preservarse tal cual durante más de dos décadas y media.
Sin embargo, ha llegado el momento de liberar de nuevo a estas bestias para que disfruten de una nueva vida, ante un nuevo público. Por el camino, ya os avisamos que hay cambios y novedades, pero en esencia lo que tenemos es similar a lo que enamoró a una generación de jugadores... Aunque por el camino haya perdido algo de su dificultad exacerbada y obligatoria. Todo sea en pos de no desesperar a los jugadores que ahora conocen por primera vez a Zitz, Rash y Pimple...
La mejor noticia de este retorno es que por el camino la propuesta de beat'em up se adapta a los tiempos que corren, para gustar a los nuevos jugadores. De esta forma lo que era un simple yo contra el barrio con mucha variedad se transforma para colocar la historia en el centro de la función, aunque mantenga al género del beat'em up en el corazón de la propuesta. Así, lo que pasa en cada fase está precedido y secundado por escenas de corte al más puro estilo de una serie de animación moderna, con diálogos (en inglés, con subtítulos en castellano), continuos chistes y mucho, muchísimo humor. De hecho esta es la máxima que permea a los niveles, ya que incluso hay secciones jugables que simplemente hacen de complemento para un sketch anterior (Saposhambo, te miramos a ti).
A esto hay que añadirle que Dlala Studios no ha querido limitarse a copiar la fórmula de anteriores entregas de la serie, y ha jugado con los límites de lo que se puede hacer con este grupo de anfibios... Y el resultado es bastante loco. Esta versión de Battletoads es una aventura extremadamente variada que busca sorprendernos casi a cada paso, tanto con giros de guión y coñas constantes, como con nuevos giros jugables que reinventan lo que pasa en pantalla cada pocos minutos.
Para que nos entendamos: la mayor parte de niveles son beat'em ups clásicos, con montones de enemigos distintos que batir, combos, esquivas y movimientos loquísimos de por medio . Sin embargo, hay momentos para las motos, niveles de matamarcianos, minijuegos que solo aparecen una vez en toda la aventura, secciones de plataformas, puzles que resolver en casi todas las variantes jugables...
Esta amplia variedad de géneros y situaciones tiene su contrapartida, y es que la jugabilidad acaba siendo demasiado plana en casi cada uno de los giros, demasiado rápido. Por ejemplo, en el yo contra el barrio se echan de menos elementos que sí que estuvieron en la serie (y que incluso estuvieron presentes en versiones previas al lanzamiento de este mismo juego), como la recogida y lanzamiento de objetos tan típica de los juegos del género. Por supuesto, olvidáos de progresión de personajes, nuevas habilidades o crecimiento y personalización del aspecto de los héroes. Por otra parte, detalles como esos serían de capital importancia en un juego completamente centrado en un único género, pero en Battletoads son simplemente detalles no tan positivos.
Para que os hagáis una idea, no hay niveles de beat'em up desde que acaba el segundo acto, hasta el final del cuarto. Y entre medias hay varios niveles de matamarcianos, de plataformeo y múltiples minijuegos. Es parte de la esencia de Battletoads en 2020, aunque el corolario es que no se acaba profundizando demasiado en casi nada. Como contrapartida, tenemos un juego extremadamente divertido durante las 5 horas que puede llegar a durar, y que está abierto a la rejugabilidad para recoger la totalidad de los coleccionables y, por qué no, jugarlo en la máxima dificultad, que es todo un reto. Habría sido genial que la recogida de coleccionables desbloqueara material de anteriores juegos de la serie, pero quizás sea pedir peras a un olmo. Los coleccionables se recogen porque sí, porque quieres hacer todo lo que ofrece un juego, y ya. Como en la vieja escuela.
Nacido con el cooperativo en mente
Este Battletoads ha sido concebido desde un inicio para ser jugado en cooperativo local con dos amigos, controlando cada uno a un sapo distinto, que tienen distintas habilidades cada uno. Es así como más se disfruta de la propuesta, y conforme a eso se ha diseñado buena parte de la propuesta. Los combates tienen mucho más sentido combinando las habilidades de los protagonistas, para conseguir combos infinitos que nos den la máxima calificación en cada encuentro. También se puede hacer siendo menos, al permitirnos cambiar de personaje con la pulsación de una dirección del stick digital, pero no acaba de ser lo mismo y, en ocasiones, se siente casi como si estuvieras haciendo trampa.
Cuando variamos el número de jugadores (que pueden entrar y salir de la partida en cualquier momento), es cuando vemos las costuras a la propuesta de Dlala y Rare, con niveles que funcionan genial para 3 jugadores, pero que solos resultan algo sosos, o momentos en que la dificultad cae o crece en función de los usuarios que haya a los mandos (por ejemplo las motocicletas jugando solo son un paseo, y con más jugadores son un ejercicio de habilidad excelso). Cierta irregularidad en este sentido, algo que es una constante en Battletoads, por la dificultad de clavarlo en tantos géneros distintos, sin quedarse solo en la superficie.
A esto hay que añadir que no existen opciones online de ningún tipo. No existe la posibilidad de compartir partida con usuarios más allá de nuestro sofá, ni tampoco hay tablas de clasificación que den sentido al tiempo o la puntuación que el juego insiste en mostrarnos al acabar cada uno de los niveles. En cierto modo es como si tuvieran pensado meterlo pero, al final, tocara recortar de más y se quedara fuera. Quizás llegue en una futura actualización... Quizás se quede en el tintero para siempre, pero lo cierto es que la ausencia de cualquier tipo de opción online es un lunar en la propuesta.
Dibujos animados que cobran vida
Evidentemente lo primero con lo que todo el mundo se queda al ver Battletoads es con su acabado gráfico, dibujado a mano, y cuidado hasta el más mínimo detalle. Dlala ha querido mimar la producción de Battletoads y por eso cada entorno es distinto, cada personaje único y cada enemigo específico de casi de cada nivel. Solo hay que ver las animaciones de los sapos protagonistas para evidenciar el absoluto amor que el estudio ha profesado a estos batracios. Hay alguna pega pequeña y absurda, como que en los niveles de matamarcianos no se ve bien la parte inferior de la pantalla, o que a veces el tumulto en los momentos de beat'em up es excesivo, pero no es nada que enturbie el buen resultado. Al final, con la calidad de los diseños y su buen acabado, tanto en los niveles jugables como en las escenas de corte, la sensación es que estamos ante un capítulo o una película de animación. Eso no se puede negar y es todo un acierto de cara a conseguir posicionar a Battletoads como un producto digno del año 2020.
En cuanto a la factura sonora, de nuevo un buen acabado, aunque las melodías guitarreras acaban resultando algo repetitivas y cargantes. Por supuesto, estarás demasiado ocupado con las decenas de cosas que aparecen en pantalla como para prestarle demasiada atención, pero sí que es cierto que no ofrece demasiada variedad esta parcela del diseño de audio. Lo contrario pasa con los efectos de sonido, siempre adecuados al tono de la producción, y con las voces, que aunque estén en inglés ofrecen un gran resultado.
Finalmente, en lo referente al rendimiento del juego, no hay pegas que ponerle a Battletoads, con un simple pero: los tiempos de carga suelen demorarse algo más de lo deseable. Sin embargo sigue sin ser un error fatal dentro de un mar de aciertos, ya que la estabilidad en la tasa de imágenes es máxima, no hemos encontrados bugs de ningún tipo y tampoco hay fallos a nivel productivo. En líneas generales, Battletoads es un título muy bien acabado.