Call of Duty: Modern Warfare 2 fue el juego que grabaría a fuego el devenir de la saga. Infinity Ward ya había conseguido marcar un antes y un después con Call of Duty 4, el primer y original Modern Warfare. Su sistema de progresión de rango, las rachas de bajas, el arsenal de modos y armas que teníamos a nuestra disposición... Modern Warfare (2007) será siempre una leyenda entre las entregas de esta franquicia y el principal referente a seguir en lo que se refiere a gunplay, estabilidad en línea y balance de armas, accesorios, ventajas, etc. Además de tener una campaña increíble con la mítica misión de “Todos camuflados”.
Pero hoy no venimos a elogiar, por enésima vez, a Call of Duty 4. Hoy estamos aquí para analizar el que, años después, sería el que marcaría todos y cada uno de los pasos que la franquicia Call of Duty seguiría después. Más en el multijugador que en la campaña, pero todos los elementos suman para que Modern Warfare 2 sea a día de hoy uno de los mejores Call of Duty a los que hemos jugado. Con la llegada recientemente de Call of Duty: Warzone nadie esperaba, ni de lejos, que se lanzara otro Call of Duty más. Y, para sorpresa de muchos, ayer 31 de marzo se activó en PS4 Call of Duty: Modern Warfare 2 Campaing Remastered (los usuarios de Xbox One y PC tendrán que esperar hasta finales de abril, pero puede que esto les ayude a decidir si lanzarse o no de cabeza a por este nuevo remaster).
Se escuchaban rumores y campanas acerca de la llegada de Modern Warfare 2 desde hacía ya varias semanas. Archivos filtrados, tiendas que activaban (sin querer) la opción de reservar este remaster, etc. Como siempre, no todas las filtraciones terminan haciéndose realidad, pero parece que esta, gracias a todos los dioses, sí que se ha hecho real. Desarrollado originalmente en 2008 por Infinity Ward, ahora el estudio Beenox se pone a los mandos para realizar un profundo lavado de cara a Modern Warfare 2, incluyendo una resolución 4K y 60fps constantes además de soporte HDR, así como también un formato ultrapanorámico para PC.
¿Qué tal luce Modern Warfare 2 Campaing Remastered?
Si os dijéramos que mejor nunca, puede que hasta nos quedásemos cortos. Modern Warfare 2 Campaing Remastered parece otro juego totalmente diferente al original: las texturas, las animaciones, la iluminación, el color, todo está absolutamente mejorado y con una resolución que jamás habíamos visto en este título. Sigue un poco, para que os hagáis una idea, la estela de Call of Duty: Modern Warfare Remastered y Gears of War Ultimate (aunque a diferencia de este último, Modern Warfare 2 no ha renovado sus cinemáticas, sino que simplemente las ha mejorado).
Las misiones del tramo central en las que estamos en Estados Unidos siendo asediados por los rusos son donde más hemos notado una mejora visual, puesto que los juegos de luces con las explosiones en un entorno nocturno hacen que esos gráficos renovados luzcan mejor que nunca. Aunque, por supuesto, el diseño de todos y cada uno de los personajes protagonistas (Capitán Price, Soap, Makarov) es para quitarse el sombrero. Pocas quejas podemos sumar a un apartado visual que lo único que hace es mejorar lo que ya de por sí estaba bien.
Os vamos a dejar aquí un vídeo comparativo de la versión original, con el remaster, para que podáis echar un vistazo a los múltiples cambios visuales que se han realizado. Tened en cuenta que, por ahora, el juego solamente está disponible en PS4, por lo que todavía no podemos confirmar cómo luce el título en Xbox One y PC.
Gameplay con ligeros cambios
Si bien es cierto que la campaña, en lo que se refiere a cinemáticas, diálogos, personajes e historia, en general, no ha sufrido ningún tipo de modificación, sí que hemos notado ligeros cambios en el gameplay de Modern Warfare 2 Campaing Remastered. No en mejoras para ajustar la movilidad o añadir nuevos elementos que utilizar en combate, sino en cambios en el sonido, recarga y movimiento de las armas, así como también de las rachas de bajas (como el predator). En Modern Warfare 3 ocurrió algo curioso; las armas y explosivos de la versión de Xbox 360 no sonaban igual que las armas de PS3. Una versión parecía mucho más completa que la otra y se podía notar a la legua, en vídeos o clips, quién jugaba en una plataforma u otra, puesto que el sonido lo delataba. No hacía falta ni fijarse en los botones que se estaban usando para jugar.
En Modern Warfare 2 Campaing Remastered ocurre exactamente lo mismo. Un fenómeno que también vimos en el ya nombrado Call of Duty: Modern Warfare Remastered. Las armas aquí han cambiado totalmente su sonido e incluso el modo en el que se recargan. No todas, por supuesto, pero algunas como la mítica UMP-45, la MP5K, la SPAS-12 o la Desert Eagle han cambiado la animación de su recarga y ahora se ven diferentes. No es, para nada, un punto negativo, sino ligeros retoques que hacen que el juego luzca diferente y se pueda sentir, a su vez, como algo totalmente nuevo. Lo cual se agradece, porque cambia ligeramente la experiencia que pudimos vivir allá en 2009 con la llegada del Modern Warfare 2 original a consolas.
Por otro lado, siguiendo en la línea anterior, los francotiradores como el Intervention, M21 EBR o WA2000 (con su emote clásico en la mirilla) se han adaptado a la moda que se impuso en algunos Call of Duty actuales de no mostrar por completo el zoom que realizamos con la mira y así no ocultar nuestro alrededor del todo. Es decir, ahora solamente acercamos la mirilla a la pantalla pero seguimos teniendo campo de visión por los laterales. ¿En qué afecta eso? En la velocidad a la que podemos realizar los quickscopes o en el modo en el que debemos apuntar a los enemigos, puesto que el tiempo para meter mirilla es menor y si arrastramos para realizar algún que otro Drawscope (cuando apuntamos y disparamos muy rápido a un enemigo moviendo la mirilla lateralmente). Al no tener multijugador no resulta un cambio notable, pero afecta al gameplay interno de la campaña.
En cuanto a las rachas de bajas, en la campaña únicamente disponemos del Misil Predator, y también se ha cambiado un poco. La animación del lanzamiento ahora parece más rápida y el control y manejo del misil mucho más realista. En la versión de 2009, tanto en el multijugador como en la campaña, los Misiles Predator se podían mover y acelerar a un ritmo sorprendente. Prácticamente parecía que estuviéramos tirando un simple dardo. Beenox parece haber corregido eso en aras de la búsqueda de un poco de realismo. Y eso es justo lo que hacía (y hace) que esta campaña sea tan grande, la carencia del mismo.
Una campaña que podría haber dirigido Michael Bay
Al principio del análisis os decíamos que Modern Warfare 2 ha sido el título que ha marcado el devenir de toda la saga, sobre en su apartado multijugador. En este, no solo abrió la puerta a los múltiples accesorios que podía portar un arma. O al poder que podían tener las rachas de bajas. O lo decisivas que podían ser las habilidades. O la importancia de tener mapas de tres carriles para el equilibrio perfecto de su modo competitivo. Abrió la puerta a que Call of Duty se convirtiera realmente en el FPS arcade por excelencia. Uno en el que cualquier tipo de usuario, veterano en el género o no, podía entrar para iniciarse.
En el ámbito de la campaña, Modern Warfare 2 tiene algo que los modos historia (sin menospreciarlos) de los Call of Duty actuales no tienen: espectacularidad. Modern Warfare (2019) tiene como objetivo buscar el realismo a toda costa. Sumergir al jugador en un ambiente lo más verídico posible donde puedas sentir hasta el más mínimo disparo y el retroceso del arma en cada bala que sueltan. Modern Warfare 2 busca otra cosa. Por aquel entonces, allá en 2009, puede que Infinity Ward lo que únicamente buscase era cómo plasmar que un soldado americano raso podía acabar con todo terrorista u organización enemiga que se le pusiera por delante. Aquí, somos un one-man-army con el que podemos hacer frente a 20 enemigos al mismo tiempo, de frente, y sin ningún tipo de cobertura. Somos el soldado perfecto correteando por escenarios de guerra y exterminando a cualquier enemigo que se nos ponga delante. La misión que mejor ejemplifica eso es “Máximo riesgo”, una de las primeras con las que nos topamos y una de las primeras que pudimos estudiar en profundidad antes de la llegada de Modern Warfare 2.
En ella, junto con MacTavish, nos infiltramos en una base enemiga para conseguir un objeto de vital importancia. Sin entrar en ningún tipo de spoilers, llegados a un punto, se plantan frente a nosotros puede que, sin exagerar, más de veinte enemigos. Que se ven respaldados por vehículos y más refuerzos que están cubriendo toda la base. ¿Qué hacemos nosotros? Muy sencillo: equiparnos una ACR con silenciador y ponernos a disparar a todo lo que se mueve. De cara, sin pensarlo dos veces.
Modern Warfare 2, tanto en su campaña y su multijugador, ha pasado a la historia y será recordado siempre por sus excesos. Por cómo se pasa mil pueblos en representar la guerra y por todos los tiroteos en los que nos mete. Tanto Call of Duty 4 como Call of Duty: World at War (y Call of Duty: Big Red One o Call of Duty 3) hasta ese momento nunca nos habían ofrecido tantísima acción desenfrenada. Y, como bien sabréis, la acción es el principal ingrediente de cualquier Call of Duty. Puede que Call of Duty 3, con “Contraataque” nos ofreciera algo semejante, pero no del mismo modo como se siente en Modern Warfare 2.
Como añadido, se ha mantenido la misión “Nada de ruso”, la más polémica de la saga en la que nos metemos en la piel del bando enemigo y debemos masacrar a decenas de inocentes en un aeropuerto americano a sangre fría. Sinceramente, que se haya dejado la misión ha sido algo que nos ha pillado desprevenidos, porque sin duda es seguramente lo más pasado de rosca que jamás se nos haya pedido realizar como jugadores, por lo menos, repetimos, dentro de un Call of Duty. Por supuesto, también tendremos la opción de poder esquivar la misión si así lo deseamos con el aviso original que daba Infinity Ward antes de iniciar la campaña en cualquier dificultad.