Aunque parezca comenzar con una frase del Capitán Obvio, AO Tennis 2 es la segunda entrega de una serie de juegos que parten del Open de Australia (de ahí el origen de ese AO), y que pretenden reverdecer viejos laureles tenísticos en el mundo del videojuego. En su primer intento Big Ant Studios se quedó muy corto a la hora de ofrecer modos de juego, posibilidades e incluso con la jugabilidad, al menos de inicio. Al fin y al cabo se trataba de un juego de presupuesto modesto. Sin embargo, no cejaron en su empeño de mejorar su propuesta, y con sucesivos parches el juego fue mejorando a mejor, llegando incluso a publicar herramientas de edición de jugadores y estadios para que la misma comunidad echara un cable. Ahora, con esa misma filosofía colaborativa aún en mente, llega la segunda parte de aquel título, que toma la misma base, pero pule muchas de las aristas para ofrecer un juego de tenis mucho más entretenido de lo que fue el juego original.
De entrada, lo que hay que saber es que AO Tennis 2 nace con la voluntad de estar más cerca del arcade que de la simulación, pero ofreciendo una gran personalización de la experiencia. Es decir, tendremos a nuestra disposición los golpes tradicionales del tenis, modelos realistas de los jugadores reales, un sistema de golpeo riesgo-recompensa satisfactorio, físicas de pelota mejoradas... Y además no necesitaremos tirarnos horas aprendiendo los entresijos de la jugabilidad para ganar un partido. A priori una propuesta interesante que, además, resulta muy entretenida sobre la pista.
Las sensaciones sobre la pista son buenas, pero no perfectas, ya que encontramos ciertas imprecisiones y errores que apartan esta parte de AO Tennis 2 de la excelencia. Algunas vienen de la mano de los automatismos en el movimiento que Big Ant ha tenido que incluir por haber metido el movimiento del jugador y el apuntado de la pelota en el mismo stick. Otras vienen por momentos en que la IA hace movimientos imposibles o golpea pelotas a las que no parecía posible llegar... En general pequeñas aristas a una jugabilidad simple, pero relativamente profunda, y que además se adapta tanto a nuestras necesidades jugables, como a lo que se pide a un juego de tenis. Nos referimos a que las distintas superficies respondan diferente, que la pelota se mueva como se supone que debería o que los tenistas no sean reskins entre ellos, sino que tengan personalidad y características propias.
Y esto precisamente nos lleva de la mano al siguiente punto a tratar, la nómina de tenistas masculinos y femeninos que incluye AO Tennis 2. En general, podría decirse que se queda corta en ambos géneros (aunque bastante más en el caso de las féminas, por presentar menos deportistas). Faltan muchos grandes nombres en este AO Tennis 2, aunque hay que decir que la diferenciación entre los que están es más que meritoria, con Nadal siendo una máquina incansable desde la línea de fondo, por ejemplo. Además, todos los assets editados para el primer juego están disponibles también ahora, con lo que podemos descargar tenistas creados por los usuarios con un parecido más que elevado a sus homónimos reales, tanto en lo referente a características de juego, como en su aspecto. Lo mismo ocurre con los escenarios, ya que hay que recordar que AO Tennis 2 solo tiene uno de los grandes torneos oficiales. Por suerte las creaciones de los usuarios están, una vez más a la altura. Es decir, que la comunidad llega donde Big Ant Studios y su corto presupuesto no.
Y en realidad es una pena que sea tan evidente que Big Ant Studios ha tenido un presupuesto corto para AO Tennis 2, porque sus ideas y la forma de implementarlas funcionan bastante bien. Nos referimos a detalles como la posibilidad de reaccionar de forma positiva o negativa tras cada punto (si quieres ser un Kyrgios de la vida, adelante), a que el cansancio de los jugadores haga mella en su rendimiento a lo largo de los partidos o que el modo campaña incluya elementos al más puro estilo The Journey de FIFA, con negociaciones de contratos publicitarios, ruedas de prensa, etc... Sin embargo las costuras acaban resultando demasiado evidentes aquí y allá, empañando el resultado general del juego - por ejemplo gráficamente no es que estemos ante una maravilla-. El dinero que ganemos podremos invertirlo en mejorar estadísticas, en entrenadores, etc... Mientras además vamos construyendo una reputación dentro y fuera del campo con nuestra forma de comportarnos. Muy entretenido, y más si tenemos en cuenta que podemos usar los elementos creados por la comunidad si los importamos antes de empezar nuestra carrera (no después, una pena).
El resto de modos de juego no son precisamente para tirar cohetes, pero sí que se pueden considerar suficientes y cumplidores. Está el modo entrenamiento, la posibilidad de configurar partidos y torneos e, incluso, jugar el Open de Australia con el máximo realismo posible (como no podía ser de otro modo siendo el título oficial de este torneo). A esto se añade un modo online limitado, pero cumplidor, y la posibilidad de crear, descargar y jugar escenarios específicos creados por ti mismo o por otros usuarios, incluyendo una serie de minijuegos de lo más entretenidos. Quizás lo más destacable sea esta última parte, ya que lo demás, como decíamos es 'casi' obligatorio para un juego de estas características, cumpliendo en todos los casos sin excesivas estridencias.
Como habéis podido leer, en términos jugables y de posibilidades se trata de una buena opción para los amantes del tenis, aunque las propias limitaciones presupuestarias del estudio hagan que se haya quedado un tanto por debajo de las cotas de calidad que podría alcanzar, presuntamente, con algo más de tiempo y/o presupuesto (esta segunda parte se ha hecho en menos de año y medio). Esto se aplica, por supuesto, a la factura audiovisual, que ofrece un resultado aceptable, PERO... En el caso de los gráficos, solo hay que fijarse en lo que no está en el centro de la acción (público, árbitros, etc...) para comprobar lo que decimos: modelos de bajo poligonaje, animaciones robóticas, baja resolución de texturas... A esto hay que sumar que lo que sería el 'centro' tampoco es perfecto, aunque sí pasable. Al menos AO Tennis 2 funciona de forma estable en casi todas las situaciones, aunque en ciertos partidos de dobles la resolución flaquea un tanto.
En cuanto al sonido, lo cierto es que echamos de menos un comentarista y una banda sonora con algo de punch, pero por lo general, se mantiene en la misma línea cumplidora, que satisfará a aquellos que llevan con ganas de tenis real años, pero los dos lanzamientos del año pasado no les acabaron de convencer.